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Honda CL72 250 twin, 1962 |
Si miramos al pasado, veremos que hasta más o menos los años cuarenta las motos eran, sencillamente, motos. No habían categorías, no habían especialidades. Con la misma unidad podías viajar, correr en asfalto, en tierra o usarla como transporte diario. Pero llegaron los cincuenta y, con ellos, la especialización. Primero llegaron las motos deportivas para asfalto, luego las adaptadas a montaña. Y de ahí surgieron las Scrambler, motos de carretera con especificaciones especiales para poder rodar por cualquier tipo de camino, tanto de asfalto como de tierra: unas suspensiones un poco más altas, un escape elevado, un motor protegido, un manillar más alto... y a la montaña, a la carretera, donde quisieras. En los sesenta estas
Dual Purpose (Doble Uso) se pusieron de moda y sólo la extrema especialización que llegó unos años después, cuando aparecieron las Enduro, acabó con ellas... por un tiempo.
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Honda SL 350 twin, 1970 |
Hace una década las Scrambler regresaron y, por ahora, parece que no quieren dejarnos. Nosotros, los aficionados, no queremos. Las marcas las diseñan y fabrican, los preparadores las adoran y muchos motoristas adaptan sus motos de carretera, sus trail o sus custom a este
doble propósito que pide poco y da un rango de posibilidades muy amplio. En muchos casos su sencillez extrema, su facilidad de conducir en cualquier circunstancia y su estética de aventurera de corto recorrido hace que veamos muchas en concentraciones, reuniones y lugares moteros varios.
Uno de los impulsores de la categoría en los sesenta, Honda, vuelve a ofrecernos su idea del concepto. Usando la base de una custom ligera, la CMX 500 Rebel, ahora llega una moto sencilla y clásica que aspira a hacerlo todo con poco esfuerzo. Con vosotros la Honda CL 500 Scrambler:
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Honda CL 500 Scrambler, 2023 |
Esa base conocida...
La nueva CL 500 Scrambler tiene, sin duda, una clara base: la
CMX 500 Rebel. De ella recibe multitud de componentes, empezando por su motor bicilíndrico de 471 cc que debutó en la saga CB 500. Con sus 34 kW/46 cv a 8.500 rpm es válida para los motoristas A2, y su par motor de 43,3 Nm a 6.000 rpm, alto gracias a tener cotas 'cuadradas' (67 x 66,8 mm), le otorga un tacto al gas siempre lleno. El cambio es de seis velocidades, el embrague anti-rebote y, en general, es un motor duro, sencillo y de bajo consumo.