Mientras que la competencia que llega desde India y China es cada vez más feroz, las marcas japonesas parece que han entrado en una especie de estado de hibernación, un letargo con el que han reducido el número de modelos que podemos ver en sus catálogos y tiendas, además de repetir año tras años muchos de ellos con cambios mínimos u ofreciendo versiones diferenciadas pero con la misma base conocida. Está claro que no invierten en motores ni en motos más allá de lo justo, como si estuvieran esperando a un momento mejor para poder dar el golpe que les devuelva el liderato.
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| Suzuki SV 650 2016, segunda generación con chasis de acero |
Suzuki en España es un ejemplo claro: sus últimas novedades son una revisión de la Hayabusa y la
GSX-R 1000 R, el retorno de la DR-Z 400 (ahora
DR-Z4) en sus dos variantes, la
GSX-8 TT, que es en realidad una GSX-8 S con fibras 'vintage' y la moto que os presento, que es una veterana
SV 650 2016 de segunda generación (chasis de acero) reconvertida en Crossover y con mejor electrónica de seguridad.
Ojo, no voy a decir que esto sea malo, para nada. Ante la ola de efervescentes novedades chinas, aquí tenemos japonesas de calidad contrastada por el tiempo, con sus posibles defectos pulidos, con abundante recambio y bien conocidas por la mayoría de los mecánicos... que no es poco. Sí, veremos horquilla 'no invertida', frenos convencionales, un chasis conocido y un veterano motor (en V... ya quedan pocos) que tiene una merecidísima fama de indestructible. Pero nada de eso la hace caduca, para nada, y menos si está actualizada con la electrónica de estos años. Con vosotros la Suzuki SV-7 GX, un arma ¿infalible? para el que quiere viajar sin preocuparse de su moto más allá de mantenerla:
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| Suzuki SV-7 GX, 2016 |
Motor:
-Dos cilindros en V a 90º. 645 cc (81 x 62'6 mm). Refrigerado por agua, doble árbol de levas en cabeza (DOHC), cuatro válvulas por cilindro. Compresión de 11'2:1. Adaptado a la normativa Euro5+.