19 mayo, 2021

Novedades 2022. Yamaha R7: un nombre mítico en una sencilla y divertida deportiva apta para todos los públicos

 

Yamaha YZF-R7, 1999
En 1999 Yamaha presentó la YZF-R7 750, con código interno OW-02. Como la anterior OW-01 (FZR 750 RR), la R7 era una motocicleta diseñada exclusivamente para la competición, en serie limitada a 500 unidades y con un equipamiento extraordinario para la época: chasis doble viga en aluminio aligerado Deltabox II, suspensiones Ölhins derivadas de las 500 GP, motor con bielas y válvulas (cinco por cilindro) de titanio, y un subchasis radicalmente monoplaza. Vamos, una moto de carreras que se fabricó en el número mínimo y se le equipó de lo justo para poder ser homologada como "moto de serie" y poder competir en W-SBK.


Bueno, eso fue en 1999. Para 2022 Yamaha nos va a ofrecer otra R7, pero esta vez será una moto deportiva, sí, pero humana y para todos los públicos. La Yamaha R7 será una moto sencilla, divertida, derivada directamente de la MT-07 y que ofrecerá sensaciones sport pero a nivel humano.

Yamaha R7 2022, azul icon blue

Yamaha R7 2022, negra


Motor: el CP2 sigue dando alegrías
Si hay un motor en la categoría intermedia que pone a todos de acuerdo, ese es el CP2 de Yamaha. Sus 689 cc, repartidos en dos cilindros, dan unos elásticos y divertidos 73 CV a 8.750 rpm y 68 Nm de par motor a 6.500 rpm, además de tener tacto "crossplane" gracias a su calado de cigüeñal a 270º. Lo equipan motos naked como la MT-07, la sport-turismo Tracer 7 o la trail campera T7, y en todas su rendimiento enamora por ser suficiente para una gran mayoría, lleno a todo régimen y sencillo de utilizar sin que sofisticadas ayudas electrónicas sean necesarias. Ahora, en una moto de corte deportivo, nos ofrecerá el reencontrarnos con la conexión entre piloto y moto directa, sin filtros, como siempre fue hasta la llegada de apoyos digitales. Vamos, prestaciones humanas para una deportiva humana... una futura matagigantes en curvas sin duda. 

Pero aunque por cifras parezca el mismo motor de las MT-07 y Tracer 7, sí hay cambios. Lleva un embrague "A&S" (Assist & Slipper) que ayudará a realizar cambios más suaves y saltos de la rueda trasera en retención. Además permitirá instalar en opción un quickshifter, aunque solo para subir marchas. También son nuevas la ECU, los conductos de admisión, el sistema de inyección y escape rediseñado en su interior. Habrá opción de limitarla a 48 cv para los motoristas A2. 



Ciclo: sencillez pero efectividad
Como se aprecia en las fotos, el chasis deriva directamente del visto en las MT-07 y Tracer 7. Se trata de un tubular en acero tipo Diamante, acompañado por un basculante de aluminio con forma de banana en el lateral derecho para permitir la salida del corto silencioso. También similares son las llantas, que permiten el uso de anchos neumáticos 120/70-17 y 180/55-17, pero donde vemos diferencias evidentes es en el tren delantero: la horquilla pasa a ser invertida regulable en tres vías KYB, y el equipo de frenos ahora equipa discos no lobulados mordidos por pinzas monoblock de cuatro pistones de anclaje radial, además de bomba radial Brembo. Vamos, que en lo importante en un deportiva se ha mejorado de forma evidente. Atrás el monoamortiguador accionado por bieletas es regulable en muelle y rebote.


Como es normal, la posición de conducción varía mucho con respecto a la base MT-07. Ahora vemos semimanillares y estriberas retrasadas, pero por suerte sin ser radical: los semis por encima de la tija harán que la postura no sea tan extrema como en las RR, lógico en una moto que no está enfocada al circuito, sino a la diversión en carretera de curvas... y también para usarla en el día a día. La instrumentación es, como suele ser habitual en Yamaha, de LCD monocromo y en modo negativo, a la que se le podrá conectar la aplicación MyRide de la marca.


Estética: deportiva, sin duda
Lo que no se puede negar es que estéticamente de la MT-07 o la Tracer 7 no tiene nada, ahora lo deportivo se impone con unas formas muy logradas, inspiradas en las M1 de MotoGP. El carenado tiene una cúpula correcta, aunque como es normal en estas motos solo protegerá bien cuando el piloto esté bien aplanado en el bello depósito. Delante vemos una gran boca de admisión que, de forma bastante original, incluye en su interior la luz de cruce/largas LED, mientras observamos unas luces de día en los laterales de la misma y que le dan un aspecto felino. En los laterales las grandes salidas de aire caliente predomina, lo mismo que el minimalismo en el colín, muy recogido y que, por desgracia, equipa un reducido asiento para un muy ocasional pasajero.


Como opciones Yamaha ofrecerá el comentado quickshift, un escape específico Akrapovic, protectores de depósito, motor o radiador, portamatrículas más corto e intermitentes led. Otros datos pueden ser sus 188 kg declarados con los llenos hechos, su depósito de 13 litros, su distancia entre ejes de 1.395 mm (5 mm menos que la MT-07), y que estará disponible en colores icon blue (azul) y en negro a partir de octubre de 2021.




La verdad es que me gusta que vuelvan las deportivas. O mejor dicho, que vuelvan las deportivas sencillas, humanas, sin potencias deslumbrantes que obligan a sofisticadas electrónicas que las dome, dejando al piloto en segundo lugar. Motos que permitan disfrutar de todo el potencial en curvas, y que luego el resto de la jornada permita usarla para otros menesteres. Que sean económicas de compra, de mantenimiento, perfectas para que los jóvenes vuelvan a disfrutar de una moto con "manillares bajos" sin dejarse el sueldo en ello, perfectas para los veteranos que ya están cansados de tanto chip que les recorta en cada actuación porque "es demasiado lo que pides". Así que por mi parte bienvenida Yamaha R7, hacías falta.














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