10 febrero, 2022

Quasar, Phasar y el 'movimiento pies por delante'. 1- Quasar: Cuando Malcolm Newell quiso reinventar la moto al estilo setentero


Quasar: cuando Malcolm Newell quiso reinventar la moto al estilo setentero
Quasar de Malcolm Newell y Ken Leaman


Honda NR 500 de GP... la maravillosa "nunca lista" ("Never Ready")
Ya he comentado alguna vez que la década de los ochenta marcó el inicio de la "moto moderna". Fue cuando se cambió el concepto básico, con más de medio siglo, para introducir los motores refrigerados por agua, DOHC y 4 válvulas con arranque eléctrico, los chasis de aluminio, las suspensiones cerradas, progresivas y regulables, los frenos de disco, los neumáticos radiales. Pero, para llegar a ello, decenas de ingenieros y visionarios propusieron sus ideas en los setenta, algunas llegando a producción (suspensión monoamortiguador, amortiguadores presurizados) y otras, simplemente, encontrando la realidad a base de tropezar con ella. Y no creáis que sólo le ocurrió a aficionados jugando en su garaje, la Honda NR 500 de GP o la Suzuki RE-5 rotativa enseñaron que el intentar hacer cosas diferentes, y errar, fue la marca de una década que inició la revolución que llegaría unos años después.

Suzuki RE-5 con motor Wankel... que la marca hundió en el océano cuando se las devolvieron

'Revolution', la primera obra de Malcolm Newell
Uno de esos visionarios fue el británico Malcolm Newell. Al parecer era ese tipo de excéntrico encantador que atraía con sus ideas locas y divertidas, pero siempre con una base técnica evidente. Curtido en el mundo del automóvil artesanal (trabajó en AC Cars, donde destacó moldeando fibra de vidrio para los AC Cobra, y en Marcos Cars, donde desarrollaron el curioso Mini Marcos), a finales de los 60 crea su primera tienda de motos en Devizes, 'Chitty chitty bang bang', donde comienza a transformar motocicletas, coches y todo lo que se le proponía. Allí creó su primer "invento", el 'Revolution', un trike con motor Mini Morris 1100 de coche con todo lo que se llevaba en aquel tiempo hippie: dos ruedas atrás, tren delantero de moto, manillar "cuelgamonos", asiento "banana" y los escapes apuntando al cielo. El problema es que no consiguió la financiación necesaria para producir una cantidad suficiente que resultara rentable, teniendo que cerrar el negocio al apenas fabricar y vender siete unidades.


Malcolm, Ken y los Quasar Reliant
Ken Leaman, izquierda y Malcom Newell, derecha, posando con uno de los primeros prototipos
El contratiempo no paró la acelerada mente de Newell. Diseñó desde carpas de cartón sandwich hasta un casco que no llevaba correa, haciendo su función la barbillera movible. Y en una de estas conoció a Ken Leaman, al que le explicó su última idea: crear una motocicleta con fundamentos de coche. En vez de ir "sobre" la moto, el motorista iría "dentro", con un concepto que se basaba en ver de lado un automóvil deportivo, poniendo al piloto sentado cerca del suelo, con los pies por delante y con un respaldo que le sujete. Había nacido el proyecto Quasar. Leaman comenzó a hacer dibujos y planos, creando ambos una empresa en la que fabricar el prototipo de pruebas. La idea Quasar se trataba de una estructura multitubular en tubo Reynolds 531 con forma de jaula, una suspensión por paralelogramo delante y una convencional en las motos por basculante atrás. Los frenos, de disco, los suministraba AP, bastante onerosos en la época. El motor era un cuatro cilindros de 848 cc con disposición longitudinal procedente del Reliant Robin, un coche-triciclo ligero que rendía unos humildes 41 cv a 5.500 rpm e iba en posición delantera al piloto, entre él y la rueda frontal. Equipaba su caja de cambios de cuatro relaciones, a la que se eliminaba la marcha atrás, con un largo eje cardan como transmisión secundaria. 

Newell y Leaman (sí, se llamaba así, no como le pusieron en la foto anterior... y es el mismo, hasta la misma corbata) posando con el primer Quasar terminado



Lo más espectacular del proyecto era, además de la posición de conducción "FF" ('feet forward' o 'feet first', pies hacia delante o pies primero), su carrocería. Con clara inspiración automovilística, desmontable y fabricada en GRP (fibra de vidrio), tenía techo, un parabrisas de vidrio laminado con limpias incluidos, y un maletero de 66 litros en la parte posterior. Tan "coche" era que llevaba apoyacabezas, calefacción, antivaho y ¡mechero!. La luz trasera estaba compuesta por tres tubos de neón. Equipaba dos patas de cabra, a ambos lados, con bases anchas para evitar que se clavaran en el barro. El peso se iba a los 310 kg, con un reparto de 50/50, aunque decían que el 70% estaba por debajo del manillar.



Malcolm luciendo su Quasar: hasta el boca a boca servía para publicitarlo
Los primeros prototipos demostraron una correcta estabilidad, gracias a la larga distancia entre ejes y el bajo centro de gravedad; además de una alta velocidad punta (más de 160 km/h pese a sus 41 cv) y un reducido consumo gracias a su aerodinámico diseño. En ese aspecto todo iba bien, pero llegaron los problemas: el dinero comenzó a menguar, lo que frenó la fabricación de los primeros Quasar, y además contrataron a Leaman en su empresa a jornada completa, impidiendo invertir su tiempo en ajustes y producción. Así que éste le propuso a su empresa, la ingeniería Wilson and Sons, que se encargaran de su producción, lo que aceptaron, mudando el proyecto a Bristol. Mientras Leaman se centraba en el producto, Newell se dedicó a promocionar el proyecto, contactando con periódicos tanto locales como de tirada nacional, radios, programas dedicados a las motos y coches, clubes moteros, e incluso universidades como el Instituto de Ingenieros Mecánicos. Yo recuerdo que en España llegaron noticias del proyecto Quasar incluso por la revista decana Muy Interesante





El siete veces campeón del Mundo Phil Read acudió a recibir su nombramiento como Oficial de la Orden del Imperio Británico con un Quasar


Pero todo el esfuerzo valió para poco. Dos años después de la mudanza, en diciembre de 1976, se vendió el primer Quasar. Pese al trabajo publicitario, en octubre de 1979 sólo se habían fabricado y vendido seis más. Wilson and Sons no invertía lo suficiente en producción y, por ello, sin motos, no podía haber ventas. Newell tuvo que convencer a John Malfoy, que trabajaba en Romarsh, la empresa que les hacía las luces de neón traseras, que les pidiera utilizar parte de una gran fábrica que habían comprado para trasladar allí la producción. Al final Malfoy convenció al director gerente de que era buen idea, además de fabricar equipamiento electrónico, crear también motos, mudando allí la producción de la Quasar a Calne. 


En agosto de 1980 se presentaron dos modelos en el salón de Earl's Court, uno decorado con colores policiales y otro que ya estaba vendido. Continuó la fabricación de tres motos más, con Malcolm Newell trabajando como autónomo, hasta que abandonó definitivamente la empresa. En Romarsh no se actuó de un modo muy distinto al de Wilson and Sons (por entonces ya Wilson Brothers), invirtieron poco en el proyecto y poco se produjo, acabando la colaboración a los dos años, con la nave vacía como si jamás hubieran estado allí. En total se fabricaron siete Quasar en Wilson and Sons, diez en Transtrip y otros cuatro con motor Reliant de forma artesanal tanto por Newell como por Malfoy usando las piezas que sobraron al disolverse la empresa. Pero ahí no iba a acabar todo...

La posición de conducción inició el FF movement







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