23 abril, 2022

Quasar, Phasar y el 'movimiento pies por delante'. 14- El tibio intento de las marcas: scooters japoneses de 250


El tibio intento de las marcas: scooters japoneses
Ha pasado más de un siglo del TAC-Wilkinson, más de cuarenta y cinco años del Quasar, casi diez años del Suprine Exodus. Después de tantas décadas demostrando que el concepto FF puede ser, al menos, tan válido como el de la motocicleta convencional, ni una sola marca de motos actual ha fabricado algo que cumpla con aquellas normas que escribieron Newell y Creasey a mitades de los setenta: asiento a menos de 500 mm del suelo, respaldo hasta el casco, pies por delante y un carenado protector. Pero sí hubieron unos scooters japoneses que, al menos, enseñaron qué era eso de ir con los pies adelantados y protegidos ante los elementos:

Honda CN-250 Helix / Fusion / Spacio (1986)

En 1986 se presentó el Honda CN-250 Helix / Fusion / Spazio, el primer maxi-scooter que se puede definir como tal. Honda lo creó alargando su primer scooter 'grande', el CH-250, en nada menos que 360 mm (hasta los 226 cm finales), permitiendo una posición tanto convencional como pies por delante, un asiento relativamente bajo para un scooter de ese tamaño -665 mm- y un maletero trasero. En los países que se vendió siempre llamó la atención por su aspecto largo y bajo, y sus propietarios estaban enamorados de su comodidad, sensación de ligereza y facilidad de uso. Además, los jóvenes japoneses lo adoptaron como una imagen propia a la que añadir miles de complementos. Tanto es así que Honda siguió fabricándolo casi sin cambios hasta ¡2009!... pero no supo (o no quiso, como pasó con las Dominator, Africa Twin 750, XR...) continuar el concepto y, sencillamente, lo descatalogaron a favor de los Forza, un megascooter bastante más convencional. Al Helix / Fusion / Spazio no se le puede considerar un auténtico FF al no llevar respaldo y tener el asiento a 665 mm, aunque estuvo cerca.



Yamaha Maxxam 250 (2006)

Supongo que recordaréis que en el envío anterior os enseñaba un concept de auténtico lujo, el Yamaha Maxxam 3000, con un sorprendente aspecto más propio de un coche americano de los 50 que de un scooter. Lo triste es que de esta maravilla del diseño se evaporó casi todo cuando la marca de los diapasones presentó en 2006 la versión de calle, el Yamaha Maxam 250, un scooter que perdía mucho del morro, mucho del culo (aun así se quedaba en 2'4 m de largo) y casi toda la gracia. Además el motor de 250 cc no era muy potente, la manejabilidad era justa, el peso alto (200 kg) y la capacidad de carga algo breve, pues no cabía un casco integral. De lo que nos interesa, cercanía con el concepto FF, apenas nombrar que puedes estirar los pies: el asiento, a 655 mm del suelo, no llevaba más que apoyo lumbar. Vamos, de nuevo dos sitios para poner los pies más que un verdadero FF. Se dejó de fabricar en 2008.




Suzuki Gemma 250 (2008)

En 2008 Suzuki vio que los scooters bajos con pies adelantados (pero no verdaderos pertenecientes al concepto FF) de Honda y Yamaha se vendían, sobre todo a los jóvenes mangakas que devoraban cómics y animes japoneses, así que también se unió a ellos con su Suzuki Gemma 250. La verdad es que apenas trascendió más allá de algunos mercados donde los Spazio y Maxxam resultaban graciosos. Era más corto que el Yamaha y, por ello, el piloto no iba tan 'repanchigado' sino más erguido y cercano al manillar. Su asiento también era más alto, a 705 mm, pero aun así la capacidad de carga era breve. Se dejó de fabricar en 2011.




Al final los japoneses no pasaron de esto, de scooters con asientos más bajos de lo normal (aunque por encima de los 650 mm... mucho para las 'reglas FF') y sin respaldo. Lo único que les acercaba al concepto británico de lo que debía ser una FF era la posibilidad de adoptar dos posiciones, una convencional y otra estirada, con el cuerpo algo más retrasado (aunque poco al no llevar respaldo que sujete), pero lejos de lo que promulga el FF movement. Con la llegada de los scooter con grandes capacidades de carga, los asientos tuvieron que subir, la posición se hizo algo más erguida y convencional... y ahí acabó la visión nipona de lo que debía ser un scooter FF, desapareciendo de los escaparates los tres ejemplos en el principio de la segunda década del XXI.




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