Brabus 900 'Rocket Edition': el SUV más rápido del mundo (330 km/h)
Brabus es una marca que le sonará mucho a los amantes de las cuatro ruedas, sobre todo de las preparaciones top en coches ya de por sí de alto nivel. La marca alemana creada en 1977 por Klaus Brackmann y Bodo Buschmann (el nombre viene de las primeras letras de sus apellidos), muy centrada en espectaculares preparaciones con base Mercedes Benz, Maybach y Smart (y también en restaurar bellos Mercedes 280 SE Cabriolet, 300 SL Roadster y 280 SL Pagoda de los sesenta y setenta), está en campaña de expansión a otros sectores como la náutica, relojería o ropa, y ahora también la motocicleta. Supongo que su relación con Mercedes hacía difícil aliarse con BMW Motorrad (que ya comienza a expandir la gama M a las motos), por lo que miraron a Austria, a KTM, para iniciar el proyecto. Y qué mejor que empezar con la moto más salvaje del catálogo naranja: la SuperDuke 1290 R Evo, aderezado con toques de la RR. Veamos hasta dónde han llegado con la Brabus 1300 R:
Motor: lo bueno es siempre bueno
Lo primero que vemos, supongo que para no tener problemas con homologaciones de emisiones, es que el motor Lc8 V2 de 1.301 cc apenas recibe un silencioso distinto, firmado por Brabus, con doble salida y terminación cerámica. Sigue declarando 132 kW/ 177 cv de potencia máxima a 9.500 rpm y 140 Nm de par motor a 8.000 rpm, aunque para que el tacto sea más directo, el acelerador pasa a ser de tiro rápido (de 72º a unos 65º). También equipa el mismo paquete electrónico de la R Evo, el tope de gama de KTM, con cinco modos de conducción (Rain, Street, Sport, Track y Performance), además del ABS en curva y 'supermoto', o los controles anti-derrapaje, anti-caballito, freno motor o de salida, ajustables por el conductor. También incorpora quickshifter+ en ambos sentidos y control de crucero.
Ciclo: ese toque distintivo...
En la parte ciclo sí vemos más cambios. El chasis multitubular sigue ahí, aunque mucho más discreto al ir pintado en negro, lo mismo que el basculante monobrazo. Pero de entrada éste está anclado 5 mm más alto, algo que varía la geometría de la moto, reforzado por la incorporación de unas tijas Brabus de aluminio mecanizado. Las suspensiones siguen siendo el tope de gama de WP (marca propiedad del Grupo KTM), con horquilla Apex de 48 mmø y amortiguador Apex accionado por bieletas, ambos equipados con las válvulas electrónicas SAT, que le permiten cinco regulaciones pre-establecidas (Comfort, Street, Sport, Track y Advanced), más un modo Auto que se ajusta de modo automático a la carretera y estilo de conducción. El amortiguador de dirección proviene directamente del catálogo de competición, un WP Apex Pro 7117. Los frenos, Brembo, siguen siendo los discos flotantes de 320 mmø delanteros mordidos por pinzas Stylema de cuatro pistones y anclaje radial, complementados con un 240 mmø mordido por una pinza de doble pistón en la rueda trasera.
El subchasis es tipo monocasco, en fibra de carbono, ejerciendo de colín, soporte de asiento y también del conjunto luminoso y matrícula (y que ya vimos en la radical KTM SuperDuke RR 2021). También destacan las llantas 'Monoblock Z' de aluminio forjado, con un diseño distinto, 'muy Brabus'. Las medidas son similares a las de la KTM, por lo que equipa los mismos neumáticos Brigdestone S22 que se desarrollaron en exclusiva para la SuperDuke R Evo. El manillar, ajustable, también es de fabricación Brabus, no así el 'tablet' TFT de 5", similar al de la KTM, aunque con el fondo en rojo en vez de naranja.
Estética: adiós insecto, hola Brabus
En cuanto a la imagen, ya veis que dista mucho de la KTM SuperDuke 1290 R Evo. Del diseño insectívoro de Kriska pasa a otro bastante más clásico, tanto que de las 'mulas' de prueba que se fotografiaron por Europa, se dijo que podían ser Husqvarna 'Vitpilen 1301'. Pues no, era la Brabus 1300 R.
El redondo faro delantero de la Brabus 1300 R sí es el mismo de las Husqvarna 'Pilen' y Norden, y con él quieren hacer un guiño a sus propios hyper-cars (el 900 GV12 y el 800 Adventure XLP). En fibra de carbono hay una verdadera orgía de piezas, empezando por el depósito, de un aspecto similar al KTM (y sus mismos 16 litros de capacidad). También tenemos el subchasis monocasco, guardabarros, tomas de aire para las pinzas de freno, protectores de motor o pies, el cubrefaro, la quilla o las tomas laterales, que ejercen de alerones aerodinámicos. Fabricado por Brabus en aluminio tallado con CNC, tenemos las manetas de freno y embrague, palancas de freno y cambio (las cuatro regulables) y diversos tapones y tapas. La guinda a este distintivo diseño la tenemos en el asiento, de los que Brabus son verdaderos especialistas en el mundo del automóvil, que es más acolchado y cómodo que el original KTM (y por ello algo más alto, 843 mm, cuando el original está a 835 mm), va ¡calefactado! y su funda está cosida a mano. Con todos los aditivos con los que Brabus ha sustituido piezas KTM, logran rebajar nada menos que cinco kg el peso de la original SuperDuke R Evo, en total 194 kg con los llenos hechos.
Hoy 14 de febrero, a las 15:00 horas en España, se abre la reserva previa en el portal de KTM. Haciendo honor al año de creación de Brabus, 1977, se venderán en serie limitada de setenta y siete unidades con depósito rojo (magma red) y asiento negro; y otras setenta y siete con depósito negro (signature black) y asiento rojo, a un precio de 39.500 euros sin impuestos (42.500 euros en España con IVA). Teniendo en cuenta que la KTM 1290 SuperDuke R Evo, la tope de gama de la marca, no llega a los 22.000 euros, está claro que la exclusividad de tener un producto élite se debe pagar... muy caro.
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