CON EL "A DE PLATA" EN EL BOLSILLO. 74- "La V": Iniciamos el rodaje... (con vídeo)
Miré un día la fecha del carnet de conducir, y me di cuenta que hace más -mucho más- de veinticinco años que aprobéel permiso importante, "el de moto", el A (en aquella época, A2). Así que me he propuesto daros un poco la brasa y contaros manías y anécdotas que me han ocurrido durante este tiempo. ¿Hasta cuando? No lo sé, según me vaya acordando (algo difícil con este cerebro cada día más reblandecido que tengo)... o cuando digáis basta.
Teníamos a "la V" desde el día 5, víspera de Reyes... pero como dije en el envío anterior, había mal pronóstico metereológico. Y tanto: "Filomena" llenó el centro de la península de nieve a más no poder. Aquí en la provincia de Valencia la cosa no fue muy grave, pero el jueves y viernes tuve que ir a trabajar con la moto bajo una lluvia que estropeó el brillo "de nueva" de la V. Ese fin de semana, con suelos mojados y heladas no era lo más propicio para salir a rodarla, así que hubo que esperar al fin de semana siguiente.
Mi hermano Róbert también estrena moto ¡buenos viajes nos esperan!
Mientras "la V" iba recibiendo cositas. Cuando la saqué de la tienda ya llevaba los puños calefactables de Suzuki y unos derivabrisas laterales de Givi. Durante la semana fui incorporando el deflector Puig "ML screen" y el soporte de la maleta que llevaba en la Transalp, aunque éste último necesitó un suplemento que vende Shad. También nosotros fuimos equipándonos, con unas chaquetas Rev'it Horizon 2, unas botas Alpinestars Web gore-tex y unos guantes Garibaldi Malaysia para Mari Luz. ¡Ah! Y también pude ver la flamante Honda NC 750 X que ha comprado mi hermano. A ver cuando podemos coincidir y salir, que me hace mucha ilusión.
Bueno, había llegado el día. Ropa puesta, maleta con unos guantes más ligeros "por si acaso", herramientas, un botiquín y una cámara de fotos. El depósito con más de 250 kms de autonomía según el indicador, los neumáticos comprobados, lo mismo que el nivel de aceite. Y un objetivo claro que no era "a dónde" sino "por dónde": nada de autovía, buscando hacer el mejor rodaje posible. Así que salimos de Valencia por la Avenida del Cid y nada más bajar el puente a la vía de servicio de la A-3. De ahí a buscar la CV-370 que nos llevaría a Ribarroja del Turia, Villamarchante y Pedralba. Por ahora la temperatura muy mediterránea, con 12º. Por la CV-380 fuimos hasta Casinos, donde cogimos la famosa en el mundo motero CV-245, "la carretera de Alcublas". Si antes la Suzuki había demostrado ser muy cómoda de suspensiones, falta de vibraciones y silenciosa, ahora venía lo mejor. En el puerto de montaña, en subida, se zampaba las curvas sin inmutarse, con un tren delantero sólido pero manejable. El motor aguantaba la tercera durante todo el tramo, ayudando con su freno motor para reducir lo justo la velocidad antes de entrar sin dudar en otra curva. Pena el estar en rodaje, porque el indicador de límite de rpm puesto a lo indicado por la marca, 4.500 rpm, "flasheaba" si te descuidabas... ¡el motor pide marcha con apenas 150 kms hechos! Muy bien.
Después de una parada para comentar (ver vídeo) y unas fotos, continuamos ruta hacia la también famosa para nosotros Cueva Santa, ya en provincia de Castellón. Pero antes inmortalizar la moto con la nieve ¡una semana después todavía dura! Al llegar a Cueva Santa, parada obligada para unas fotos entre la cantidad de gente que había. Al parecer la pandemia Covid-19 está haciendo que la gente conozca estos rincones...
Continuamos hacia Altura detrás de un grupo de motoristas. El primer tramo, bastante revirado y estrecho, hay que tomarlo con calma por regueros de agua y coches que suben algo justos, además que un bello Renault Gordini que llevamos delante se lo toma con la lógica calma. Al llegar a Altura, nada de buscar la autovía hacia Valencia, todavía nos quedaba el postre, la bella y retorcida CV-25. La subida hacia el Alto de la Chirivilla, un sitio muy apreciado por los ciclistas de las dos provincias que delimita, "la V" se la zampa sin inmutarse. Es muy gratificante esa sensación de rocosa estabilidad pero además una agilidad bien entendida, sin caerse en las curvas, sin tener que corregir a mitad de trazada. Los frenos sin problemas, las suspensiones se lo tragan todo, el motor quiere que le dé más gas. La verdad es que tenía claro que la Suzuki V-Strom 1050 XT era una moto muy de asfalto, pero es que va incluso mejor de lo que esperaba. Y Mari Luz encantada, disfrutando del paisaje, del "equilibrio dinámico"... y de sus propios pensamientos, tan a gusto iba.
Después de atravesar Gátova (buenos almuerzos me he pegado allí cuando hacía enduro), Marines "viejo" y Olocau, tocaba una última parada para volver a grabar un poco y comentar ML y yo qué nos parecía la moto. El resultado es claramente positivo, aunque he de reconocer que mi rabadilla ha sufrido, el asiento lo he visto un pelo duro, la verdad. Luego CV-333 hasta Bétera, CV-310 hasta Godella y por la CV-31 a Valencia capital. En total 152 kms en tres horas y media sin absolutamente nada de autovía y con un buen puñado de puertos de montaña, dando según el indicador un consumo de 4'7 litros/100kms. Si el dato es cierto, hablamos de un litro y medio menos que la Transalp. Hasta nos va a salir barato rodar con la V...
La verdad es que lo hemos disfrutado. La moto es justo lo que nosotros necesitábamos. Y eso es, creo, lo mejor que podemos decir de ella. A ver las siguientes salidas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario