29- Can-Am 500 twin 2T (1976)
En 1974, apenas un año después de la creación de Can-Am, comenzaron a plantearse crear una moto de asfalto. Visto que para su gama de cross y enduro el utilizar motores de su filial austriaca Rotax y a pilotos top como desarrolladores (entre otros el campeón del Mundo en 1964 y 65 Jeff Smith) les funcionaba muy bien, contrataron como asesor al canadiense Yvon Duhamel (el padre de Miguel Duhamel), que por entonces era piloto oficial Kawasaki con las rápidas pero poco fiables H2R.
El primer prototipo de 'la 500' (no he logrado encontrar donde le llamen de otro modo) era sin duda particular. El motor provenía de la división snowmobile, un Rotax-Bombardier de dos tiempos refrigerado por agua, dos cilindros paralelos tumbados al frente. En la versión de serie entregaba 60 cv, y subía a 85 cv para carreras de motos de nieve (de las que Duhamel también era campeón, corriendo con ellas en invierno al finalizar la temporada de asfalto). Como curiosidad decir que lo alimentaba dos carburadores Mikuni controlados por válvulas rotativas situadas sobre el cárter, lo que obligaba a accionarlas con piñones. Hubo que adaptarle una caja de cambios convencional de cinco velocidades, pues para motonieve llevaba uno automático por variador. Ante la violencia del propulsor, en el prototipo la transmisión secundaria era por cadena doble.
Cuando se presentó en 1976 el prototipo de la moto de calle, ya con equipo de luces, relojes y portamatrículas, 'la 500' no abandonaba su singularidad. El bastidor era un tubular superior que dejaba colgado al motor, con un aspecto robusto, que contrastaba con el fino basculante. Las suspensiones era lo clásico en la época, horquilla convencional y dos amortiguadores, pero ya lucía llantas de aleación (de 18") y frenos de disco en ambas ruedas. Los tubos de escape dejaban de lado los retorcidos tubarros de la versión de pruebas para lucir dos curiosos tubos por ambos lados unidos a cajas de resonancia, lo que le hacía parecer que tuviera cuatro escapes. El depósito de combustible abandonaba su lugar habitual para pasar bajo el asiento, y su espacio lo ocupaba una guantera. Las formas de las fibras eran las rectilineas que estaban de moda por entonces, lo mismo que la decoración, resultando muy atractiva para los aficionados de la época.
La moto, en imagen, prometía... y mucho. La potencia no se declaró, pero en Can-Am dejaron claro que era similar a las japonesas 2T de su cilindrada, si no mejor. Pero el problema no fue el proyecto, sino las leyes anti-contaminación USA. Anunciadas en 1972 y con una introducción lenta pero progresivamente más dura cada cuatro años, ya por entonces fueron motivo de la anulación de proyectos de maravillosas 750 dos tiempos de cuatro cilindros como la Kawasaki 'cuatro en cuadro' o de la Yamaha 'en linea'. También iban a hacer desaparecer poco a poco las 350-500 2T de Kawasaki, Suzuki y Yamaha, sustituidas por las menos contaminantes cuatro tiempos. Así que en Can-Am, viendo que su proyecto estaba condenado a la caída por ley antes de un lustro, paralizaron el proyecto y se centraron en las motos off-road. Una pena, porque hubiera sido un gran soplo de aire fresco en una industria de motocicletas en América del Norte apenas representada por las caducas Harley-Davidson.
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