16 septiembre, 2022

Novedades 2023. Mash X-Ride 650 Trail: el regreso de la trail sententera, sencilla y todo uso

En septiembre de 2019 la marca francesa Mash, especializada en traer de China motocicletas con aspecto clásico, 'subió la apuesta' al presentar la Mash Dirt Track 650, donde la mayor novedad para ellos era usar un motor monocilíndrico de 644 cc, derivado directamente de aquellos Honda que muchos disfrutamos en las Dominator, SLR-Vigor o las FMX 650. Después de aquella curiosa -por nuestros lares- tracker, llegó unos meses después la Mash X-Ride 650 Classic, que unía el elegante aspecto de las Trail de finales de los 70, con una clara inspiración en la Yamaha XT 500, junto a unas anchas llantas y neumáticos de supermotard. A mí estéticamente me gustó, tanto en fotos como luego en vivo, pero esas ruedas me chirriaban ¿por qué no una versión con llantas trail 'de verdad'? Pues ha habido de esperar más de dos años, pero ya ha sido anunciada en Francia. Con vosotros la Mash X-Ride 650 Trail:



Motor: Viejo conocido
El motor, como digo, es la copia de un viejo conocido (en las Dominator de 1988 ya tenía 644 cc, pero en 400-500-600 cc ya existía en motos como XL 600 R de 1984, XBR 500 de 1985 o XL 600 LM de 1986). Tiene un cilindro refrigerado por aire con ayuda de un radiador de aceite, un árbol de levas y cuatro válvulas por cilindro. Es de cárter seco, tiene cinco velocidades y arranque eléctrico (no lleva palanca auxiliar). Para poderse homologar en Europa equipa inyección electrónica Delphi, catalizador y rebaja su potencia a 39,3 CV (29 kW) a 6.000 rpm (llegó a dar, con carburadores y "sin filtros" 45 cv). El escape va por encima del cárter y acaba, también alto, en un silencioso simple (doble en la Classic) por el lado izquierdo. Si en China lo han copiado bien, el original japonés es un motor muy robusto y fiable.




Ciclo: ahora sí
El bastidor, un grueso tubo central con otro que cierra la cuna por abajo, también está inspirado en lo que vimos en otras Honda trail de los noventa. La Mash lleva una horquilla convencional (lo correcto con esta estética) fabricada por Fast Ace, de 43 mmø y ajustable en compresión y extensión. Atrás el monoamortiguador movido por bieletas es de la misma marca, regulable en extensión, compresión y precarga. No declaran sus recorridos, pero menos de 170 mm no parecen tener.


Los cambios más evidentes con respecto a la Classic están, claramente, en ruedas y frenos. Por fin vemos unas llantas lógicas para su aspecto y orientación, de 21" delante y 18" atrás, que equipan unos neumáticos trail con taco (diría que unos Pirelli MT60) en medidas 90/90-21 y 130/70-18. En cuanto a los frenos, también se abandona el potente equipo delantero tipo supermotard de la Classic, para montar un más lógico y modulable disco de 280 mmø, mordido por pinza de doble pistón. Atrás equipa un disco de 240 mmø mordido por una pinza de un pistón. El ABS es desconectable para facilitar su uso por montaña.



Estética: XT fever
Si en la anterior Classic opinaba que la estética setentera no quedaba muy bien con esas anchas y bajas ruedas, ahora su clara inspiración Yamaha XT 500 queda mucho más lograda. El depósito es de tipo gota y cubica 11 litros. El faro delantero es led, pero su buen diámetro y su forma redonda, sin máscaras, le da un aspecto estupendo. El asiento es largo y corrido, con un pequeño rebaje para el conductor, quedando en unos algo altos 890 mm, 30 mm más que su hermana Classic. En los laterales vemos las mismas placas portanúmeros ovaladas que, personalmente, siempre he creído que deberían ser un poco menos voluminosas. Atrás también vemos iluminación led (toda la de la moto en realidad), con un práctico portabultos encima del guardabarros trasero. Cambia con respecto a la Classic el guardabarros delantero, con más longitud que el anterior para adaptarse a la llanta de 21" y el reloj, también redondo, pero ahora LCD monocromo, y que tiene una toma USB debajo para cargar móviles o navegadores. En el frontal del motor se aprecia un cubrecárter de plástico. El peso se queda en 167 kg seco, 180 kg en orden de marcha.



Opinión personal: ahora sí
La anterior Classic me gustó, pero sus llantas, para mí, la mataban. Ahora no, ahora tenemos una auténtica recreación de una trail de finales de los 70 en su aspecto, de los 80 en algunos componentes, y de esta década en electrónica y seguridad. Quizás los 39 cv de su percherón motor monocilíndrico se queden cortos para algunos, lo mismo que sus 180 kg llena pueden ser un poco orondos, pero sin duda es lo más cercano a una de aquellas trail sencillas, limpias de aditamentos que romper en montaña, fáciles de conducir por cualquier tipo de camino, asfaltado o no, económicas de mantener. Una moto que, seguro, puede hacer muy feliz a más de un motorista que, sencillamente, quieren tener una moto trail. 

Yamaha XT 500 1978

'El trailero': mi firma en Motostrail hace... hace... ufff, más de quince años



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