24 marzo, 2021

Motos nonatas. 24- Honda CBR 750 RR (1988)

MOTOS NONATAS. Índice


 En la historia del motociclismo han existido (y existirán) muchas motos que, por un motivo u otro, no llegaron a salir a producción. Unas por diseñarse en el momento equivocado, otras por no aceptarse como económicamente viables, incluso ser el último intento de alguna marca para lograr sobrevivir. Pero que no llegaran a venderse no quiere decir que en muchos de los casos no fueran proyectos que ilusionaron a centenares, miles de aficionados, que soñaron poseerlas. Aquí algunas de ellas:


24- Honda CBR 750 RR (1988)
La segunda mitad de los 80 tuvo un nombre destacado en el motociclismo: Honda. Dominaban en prácticamente todas las categorías, tanto en competición como en ventas, dejando a todos sus rivales como meros segundones. Tanto es así que se plantearon crear dos motos hiperdeportivas con la misma cilindrada: una, la conocidísima y competitiva VFR 750 R 'RC-30' con motor V4. La otra, con motor cuatro-en-linea, la llamaron Honda CBR 750 RR.



Algunos recordaréis mi artículo "1987-1992: el gran lustro de Honda en España (y en el mundo)", donde comenté el impresionante despliegue tecnológico que demostró la marca del Ala Dorada en algo más de cinco años, donde todas sus motos, en todas las categorías, eran las número uno en ventas... y las que no, era porque no tenían más para vender, literalmente.


Honda VFR 750 R "RC 30"
Uno de los "caladeros" que atrajo al fabricante japonés fue el Campeonato del Mundo de Superbike en 1988, que sustituía al anterior Formula TT. En Formula TT (y también en el Mundial de Resistencia) se tenía que utilizar motores de calle, pero el resto de la moto podía ser prototipo. En EE.UU., su entonces muy importante campeonato AMA Superbike obligaba a motos de calle pero podían ser muy modificadas... tanto que recibían trenes delanteros de 500GP, por ejemplo. Ello hizo que en apenas un lustro las motos deportivas cambiaran absolutamente en todo: motor, chasis, suspensiones, frenos, llantas, neumáticos, aerodinámica... todo (lo expliqué con detalle en este artículo). En 1988, con las motos deportivas en otro nivel técnico, llegó W-SBK donde competir entre ellas, ya con menos modificaciones con respecto a las motos matriculables. Y ahí Honda comenzó victoriosa con su bella y exclusiva VFR 750 R, alias RC-30, desarrollada dos años antes en Formula TT y lanzada en 1987, algo que también hizo en Resistencia. 

Suzuki GSX-R 750 RR, Bimota YB4 ie, Ducati 851 y Yamaha FZR-R 750 "OW 01".
Algunos ejemplos del desarrollo "Racing Replica" entre 1986 y 1989


Honda VFR 750 F, 1985
Estas categorías "grandes" de W-SBK, Resistencia y AMA SBK obligaban a una cilindrada máxima de 750cc a los motores de cuatro cilindros (1000cc en las twin) y el problema para Honda es que no tenía una moto deportiva en esa cilindrada con la que recuperar el retorno publicitario de sus victorias que lograba la muy cara y exclusiva RC-30. Sí, estaba la elegante VFR 750 F desde 1985, pero era una moto lujosa de acabados con enfoque Sport-Turismo, no una deportiva en sí. Además para algunos mercados Honda también sacó en 1987 una versión reducida de su CBR 1000 F, la CBR 750 F Aero, para ofrecer una alternativa más económica con respecto a la bella VFR. Era también poco radical, poco deportiva, más viendo lo que vendía la competencia, sobre todo la Suzuki GSX-R 750.

Honda CBR 750 F de 1987... la 1000 con motor pequeño


Honda CBR 750 RR prototipo
Así que en Honda se plantearon crear una auténtica deportiva de 750cc, pero que estuviera un escalón por debajo en calidad de la RC-30. El motor sería un cuatro en linea en vez del más caro de fabricar y mantener V-4 (se dice que el mismo de la CBR 750 F). El chasis y basculante eran unas masivas vigas de aluminio, a los que se adaptaba el material de la RC-30 en suspensiones y frenos, buenos pero realmente diseñados para ser sustituidos por componentes de competición. El carenado bebía claramente de la RC-30, sobre todo su colín, con algunas modificaciones en el frontal como tomas de aire o faros dobles cuadrados. También se aprecia que la moto iba a ser biplaza. De aquella espectacular Honda CBR 750 RR solo trascendió una fotografía, pero desde luego el aspecto que tenía era de poder ponerse a la venta de forma inmediata.


Nonata... pero con descendencia
Pero ahí quedó, en una única foto de un maravilloso prototipo nonato. No hubo una Honda CBR 750 RR Al parecer Honda dio como válido retorno publicitario de sus victorias mundialistas las cientos, miles de CBR 600 F que se estaban vendiendo por el mundo desde que salió a la calle en 1997, una moto económica pero muy válida, que igual veías por ciudad como viajando con bolsas y pasajero, o arrasando en los campeonatos SuperSport para 600.


CBR 400 RR de 1990 y CBR 900 RR de 1992. Lo aprendido se utilizó bien...
 Eso sí, en el gigante industrial que es Honda la gran mayoría de sus ideas acaban de una forma u otra en el mercado. Mucho de lo aprendido con la CBR 750 RR lo plasmaron en aquellas hermosas y aullantes CBR 400 RR que se vendían en el mercado japonés, que no sólo tenía como rivales a las Kawasaki ZXR 400 RR, Suzuki GSX-R 400 RR y Yamaha FZR 400 RR, también, esta vez sí, el enemigo estaba en casa en forma de Honda VFR 400 RR. 


Y no sólo eso. Si miráis bien la foto del prototipo de 750 cc, veréis muchas de sus ideas y planteamientos plasmadas en la CBR 900 RR de 1992, donde se sigue viendo un motor cuatro cilindros en linea, chasis de doble viga bien gruesa, horquilla convencional, un carenado chato y bajo y un colín grande. Una moto que no iba a correr en SBK, por lo que no necesitaba apretar el motor si se podía aumentar la cilindrada en la calle. Una moto ligera, suficientemente potente, pero accesible para la mayoría de los ávidos de motos deportivas, sin las radicalidades de las motos derivadas de la competición. Sí, aquella primera 900 RR derivó del prototipo 750... y muchos la gozaron sin duda.

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