31 marzo, 2021

Motos nonatas. 25- Sanglas TT 500 (1979)


 En la historia del motociclismo han existido (y existirán) muchas motos que, por un motivo u otro, no llegaron a salir a producción. Unas por diseñarse en el momento equivocado, otras por no aceptarse como económicamente viables, incluso ser el último intento de alguna marca para lograr sobrevivir. Pero que no llegaran a venderse no quiere decir que en muchos de los casos no fueran proyectos que ilusionaron a centenares, miles de aficionados, que soñaron poseerlas. Aquí algunas de ellas:

25- Sanglas 500 TT (1979)
En 1979 el trail empezaba a ser un fenómeno social por Europa, ávida de motos más simples que las finas y potentes, pero pesadas, cuatro cilindros. Además el toque aventurero que estaba empezando a imponer gracias a las carreras por África y, sobre todo, el original París-Dakar, hizo que se convirtiera en la categoría de moda. Y la única marca española que tenía un motor 4T en producción intentó subirse al carro: fue la Sanglas 500 TT.




En 1976 Yamaha lanzó al mercado una moto que estaba predestinada a ser creadora de una tendencia en su época: la Yamaha XT 500. La "gran" monocilíndrica de cuatro tiempos atrajo a los motoristas que estaban ya sobrepasados de la potencia, complejidad y peso de las cuatro cilindros de carretera; a los que querían pasear por montaña con una moto tranquila, alejada de las estridentes y nerviosas enduro 2T; a los que buscaban una moto con la que "hacer de todo", de viajar por asfalto a perderse por caminos, de rodar por ciudad a llevar pasajero hasta el fin del mundo. Y Yamaha se lo ofreció todo a todos con la misma moto.

Luego llegó el París-Dakar en 1979 y, lo que parecía una moda se convirtió en pasión. De pronto Europa descubrió África y la aventura llamó poderosamente a miles de aficionados. Con muy buena vista comercial, el importador francés de Yamaha, Sonauto, apuntó varias de sus XT 500 modificadas a luchar por la victoria... y lo lograron con rotundidad, por delante incluso de los coches que ese año compartieron clasificación, con un primer y segundo puesto. El resto de marcas, japonesas y europeas, vieron quizás tarde el filón que llegaba, pero no dudaron en entrar en él, y una de las que lo quiso intentar fue nuestra Sanglas.



En ese 1979 la industria española de la motocicleta estaba en un momento terrible, con una capacidad de fabricación trasnochada debido al mal utillaje y al exceso de personal, con una gama de motocicletas vetusta que necesitaba urgentemente nuevos rumbos, y con un comercio exterior casi nulo. Entre ellos estaba Sanglas, que pese a presentar en 1976 el prototipo de un motor monocilíndrico de 750cc, éste no llegaba y debían seguir con los arcaicos propulsores de varillas, balancines y carrera larga inspirados en británicos y DKW de finales de los 40. Pero pese a su antigüedad, este veteranísimo motor seguía vigente gracias a la actualización del modelo S2 5V (cilindros con recubrimiento de nikasil y cinco velocidades entre otros muchos cambios) y sus humildes pero valientes 35 cv a 6.500 rpm declarados resultaban interesantes en una trail, más teniendo en cuenta que la Yamaha XT 500 prometía 32 cv. 



Con este objetivo, en el Salón del Automóvil de Barcelona Sanglas presentó la 500 TT. Ahí estaba el clásico motor OHV, con el filtro de aire reubicado en el sitio de la batería y sin arranque eléctrico para que esta fuera más pequeña, además de un escape sobreelevado que acababa en un silencioso de formas rectangulares. El chasis seguía siendo el clásico doble cuna de siempre, pero adaptado a un uso más off-road, con llanta delantera de 21", horquilla Betor hidroneumática con botellas de magnesio, amortiguadores Telesco de doble muelle, basculante más largo y modificaciones en geometrías y refuerzos. Para la estética desde luego no miraron ni al extranjero ni a Mototrans (que presentó también en ese salón su MTV Yak 410), y vemos claras reminiscencias a Bultaco (depósito "joroba" inspirado en los prototipos Pursang Mk15, guardabarros delantero) y Montesa (faro, tapas laterales, guardabarros trasero).

Salón del Automóvil de Barcelona de 1979. Sanglas presenta la TT 500


1980. Algunos prototipos, con modificaciones con respecto a la presentada en Barcelona, ruedan en estado pre-serie

El problema fue el de siempre: falta de decisión. De acuerdo que el motor era grande y pesado, pero la moto mala pinta del todo no tenía para ser un prototipo, tal como podemos ver en algunos salones gracias a la recreación que han hecho los entusiastas hermanos Lozano (fotos al final del artículo). La 500 TT también tenía el problema de que Sanglas ya estaba comprando motores a Yamaha (400 Y), cuya XT 500 sería la máxima rival, pero no creo que a los japoneses les asustara las ventas del modelo español. Más bien la idea de Yamaha era, como hicieron unos años después, absorber Sanglas para así poder entrar en una España pre-europea. Se llegaron a ver y matricular algunos prototipos con modificaciones respecto a la del salón, como amortiguadores Marzocchi de gas traseros, más suspensión, asiento distinto, estriberas plegables y alguna cosa más... pero ahí quedó el sueño. Quizás, solo quizás, si la hubieran sacado un año o dos antes (ya estaba en el mercado todo lo que llevaban los prototipos) hubieran triunfado en Europa y ese empujón les hubiera hecho avanzar. Pero no fue así y la Sanglas 500 TT fue otra moto que quedó en el olvido.



Fiel recreación del modelo presentado en 1979, un magnífico trabajo de los hermanos Lozano




Sigue aquí: 

26- Kawasaki 750 Square Four 2T (1972)







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