Miré un día la fecha del carnet de conducir, y me di cuenta que hace más -mucho más- de veinticinco años que aprobé el permiso importante, "el de moto", el A (en aquella época, A2). Así que me he propuesto daros un poco la brasa y contaros manías y anécdotas que me han ocurrido durante este tiempo. ¿Hasta cuando? No lo sé, según me vaya acordando (algo difícil con este cerebro cada día más reblandecido que tengo)... o cuando digáis basta.
71- Motos y dudas: Estrenando moto treinta años después.
III- Probando probando...
III- Probando probando...
Las semanas siguientes fueron un ir y venir de tiendas y probar motos. La primera fue una de las dos candidatas originales, la Triumph Tiger 900, pero tuvo que ser en versión GT Pro, no tenían la Rally para testear. A mí personalmente me gustó, la vi una digna sucesora de la Transalp en moderno y británico, pero a Mari Luz no le convenció tanto porque no era la Rally, y ella quería que probáramos la que tocaba. Además del concesionario ya no supimos nada más, ni un triste correo o mensaje. Eso y que no hay otro a 200 kms a la redonda nos hicieron dejarla en reserva.
La segunda testeada fue la BMW R 1250 GS. Yo tenía muchas expectativas después de ver la cantidad que se matriculan todos los años y de conocer lo bien que van las boxer anteriores de aire. Eso sí, me daba pánico el precio de la moto porque hay que ponerle muchas opciones para acercarla a nuestra idea. Pero el temor a empeñarme para los restos acabó pronto: la gran GS boxer se demostró demasiado visceral, demasiado agresiva para lo que nosotros buscábamos. Es curioso que lo escribí así de claro en el blog, y nadie, nadie, me tildó de exagerado… justo lo contrario.
La tercera a probar era “la candidata número uno”, la Honda Africa Twin 1100 Adventure Sports. La moto enamora con su aspecto, su tacto suave y su mucha electrónica. Eso sí, el asiento me pareció duro y la protección aerodinámica justa. A Mari Luz le encantó. Una segunda prueba confirmó lo que sentimos, sobre todo el tema de protección ante el aire.
La cuarta probada fue una no trail: la Kawasaki Versys 1000 SE. Fue porque Mari Luz visitaba páginas de las marcas y vio que estaba en oferta, en una muy buena oferta. Eso y que escribí de la versión 2021, donde quedaba claro que la actual SE 2019 no quedaba para nada antigua, motivó que la probáramos. Muy cómoda, muy suave, tecnológicamente muy bien equipada… pero demasiado blanda, demasiado enfocada al turismo, demasiado grande. No era lo que buscábamos.
En ese punto, en el que ya había caído octubre, llevábamos horas y horas de ver vídeos de pruebas individuales y comparativas, revistas y foros dedicados. De todas las probadas solo encajaba la Honda ATAS, pero los comentarios, sobre todo en el foro AT España, eran confusos. Muchos estaban encantados con ella, lo esperable, pero también había quejas de depósitos que se descascarillan por dentro, algo que ya pasaba en la 1000 y parece ser que no se ha solucionado en la 1100. Luego el tema de la dureza de los muelles, donde al parecer Honda diseñó las AT para pilotos jockey… y yo me voy mucho de esos 75-80 kg, por lo que sería recomendable un cambio a mas duros. También leíamos mucho sobre fallos en el cuadro LCD, sobre todo en el software. Y algo que sí sufrí y las dos veces que la probamos: la protección aerodinámica no parece estar bien estudiada y, en mi caso, me hinchaba el barbour y lo subía, ahogándome.
Vamos, que había que mirar más. Y con ello entró en la partida aquella que descartamos por sencilla y menos equipada…
"A de Plata" sigue aquí:
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