07 noviembre, 2020

Toma de contacto. 64 kms con la BMW R 1250 GS (opinión personal)


Gracias a Dos Rodes Valencia pudimos probar mi mujer y yo la BMW R 1250 GS euro4 equipada con todos los extras. Una moto que cogimos con ilusión después de sus altas ventas y halagadores comentarios de prensa y usuarios… pero que nos dejó un sabor de boca agridulce.



En parado, el vendedor nos enseñó cómo acceder a las funciones que permite el enorme y muy visible tablet de 7”, pero no me quedó claro cómo regular correctamente las suspensiones: dejó la precarga a “duro” y yo, cuando al rato lo intenté modificar, solo encontré “blando, automático, duro”. En la posición “duro” y con el asiento arriba (870mm) la encontré alta, bastante alta, y eso que yo mido 1’88m y no he tenido problemas con otras con asiento igual de elevado como puede ser la Africa Twin 1100 AS. La postura de conducción no está mal, todo cae en su sitio, y la pasajera dice que fantástica. Pues nada, modo de conducción Road y a ponerse en marcha. 

Ya en ciudad descubro algo que no esperaba: contundencia. El motor resulta muy poderoso desde bajo régimen y a la mínima insinuación al gas salta con alegría… quizás divertido para el conductor, pero la pasajera no estaba tan contenta. El embrague hidráulico tiene un tacto quizás demasiado directo, yo hubiera preferido algo mas de progresividad, que no encontré, claro, ajustando la distancia al puño. La verdad es que me descolocó un poco, he hecho muchos kms con BMW R 1100 y 1200 de aire y agua (gracias Juan) y nunca encontré esta rotundidad, este –para mí- exceso de músculo. Por supuesto es cuestión de cogerle el tacto, pero quizás por mi experiencia con los bóxer anteriores esperaba sentirla “propia”, mi moto de toda la vida… y no fue así.


Salimos de la ciudad y en autovía lo mismo. De entrada el motor con distribución variable y 136cv responde con un poderío inesperado desde cualquier régimen, tragándose los coches que segundos antes llevabas delante tuyo bien lejos. Es demasiado fácil que la velocidad no sea la adecuada para la vía, pues cualquier mínimo movimiento de gas se convierte en aceleración bella, contundente… pero a veces excesiva, algo que no me pasó días atrás con la Triumph Tiger 900 GT pro (95cv y menos par motor) ni días después con las Honda Africa Twin 1100 Adv Sports y Suzuki V-Strom 1050 XT de mas de 100 cv bicilíndricos... por no hablar de los suaves pero poderosos 120 cv de la Kawasaki Versys 1000 SE. La pasajera comienza a quejarse con razón no solo de mi/su agresividad en los adelantamientos, también en los cambios de carril, que de tan directa que es, realiza de forma violenta. Que sí, que es cuestión de acostumbrarse a sus reacciones, pero ya digo que con las otras motos que hemos probado estos días (cinco en total) no pasó, ni en otras de las muchas BMW Telelever y Duolever que he podido conducir, incluidos 700kms de curvas con una R 1200 RT de agua hará tres meses. Además noto como la suspensión trasera, de 190mm, sube y baja aprovechando todo su recorrido, algo que en carretera debía ser para mí menos exagerado y que, repito, no he notado en otras. Una sensación extraña en su conjunto, como de moto de otro planeta… ni trail ni BMW, es una moto distinta a lo que estoy acostumbrado o probado.

Muy visible el gran tablet, con la información bien colocada. A la derecha se observa el pomo con el que se regula la pantalla ¿porqué no lo pusieron a la izquierda, lo que lo haría mas fácil de manipular en marcha?

Me desvío a buscar unas curvas cerca del Circuito Ricardo Tormo (ése al que muchos, incluidos periodistas, llaman de forma equivocada Circuito de Cheste y que realmente luce el nombre del gran bicampeón del Mundo) y ahí aparece el Telelever: donde apunto va la rueda, insinúas y tumba la moto en un suspiro… y continúan las quejas de mi mujer que, después de muchas carreteras retorcidas confiando en mí y la Transalp, me nota agresivo en exceso, contundente, violento: mucho motor, mucho freno, mucha agilidad… demasiado. Aprovechando una parada, me comenta, con razón, lo raro que me ve conducir, lo incómoda que va, que no está disfrutando. Y, la verdad, yo tampoco. Supongo que en solitario debe ser un cañón de moto, sin duda, potente, estable, manejable, muy rápida en cualquier carretera. Pero es que nosotros buscamos eso… pero en menor escala. Con la Tiger 900 GT se rodaba de forma fluida. Con la Africa 1100 AS iba por donde yo quería sin violencia, con naturalidad… y de lento, nada. La Suzuki V-Strom 1050 XT "va sola" de neutra que es. Hasta la suave Kawa Versys 1000 SE acepta curvear sin nervios. No, no me hago a la BMW.

Así que a la vuelta había que cambiar el chip. Pero antes, un camino de tierra: posición de conducción Enduro, tierra suelta, un poco de grava… y media vuelta. Sí, sin duda habrá gente que ruede con las 1250 GS por caminos con rapidez, pero yo no lo vi. Ni lo aprendido haciendo cross, ni mis caminos con las XR, Big y Garbí, me sirvieron para sentirme cómodo. Quizás será por sus llantas de 19 y 17” con neumáticos anchos de 120 y 170mm, quizás por el Telelever que tan bien va en asfalto… no sé por qué, pero la sentí como una moto de carretera con suspensiones un poco mas largas y manillar ancho. Lo único que sí tuve claro fueron los tres días de dolor de espinilla derecha que me produjo el cilindro al intentar remar en un cambio de sentido.


Tocaba volver. Modo Road, suspensión en automático. Las curvas de antes las intento hacer mas suave, y puedo, pero siento que tengo que forzarla a ir así. En autovía lo mismo: a la Honda le daba igual ir a 70 que a 130, pero la R 1250 GS parecía que no le gustaba, como una fiera a la que llevas cogida de la correa y esperas que en cualquier momento salte. Iba a 120 y, así como con Tiger, ATAS y Suzuki notaba un buen motor y me maravillaba la suavidad absoluta de la Kawa, en la BMW iba preguntándome ¿para qué tanto?. Además, volviendo a velocidad mantenida noté que la espalda se quejaba al ir un poco encorvado, con el casco metido entre los hombros. La culpa era de la pantalla, regulable con un pomo situado a la derecha (que obliga a inclinarte y cruzar el brazo izquierdo... o a soltar la mano derecha, algo poco aconsejable) y que vi baja, bastante baja. Que sí, que mido 1’88m, pero en BMW deben de tener muy claro que es insuficiente cuando tienen en opción la gran pantalla que equipa la Adventure. Mas dinero a gastar en una moto ya de por sí muy cara, a lo que añadir los espejos retrovisores: los mismos en todas las motos que tenían en exposición, incluida la humilde G 310, y con muy poco campo de visión en carretera y apenas nada en ciudad porque los bloquean mis hombros ¿seguro que la han diseñado alemanes, grandes en general como yo?


Al devolver la moto, mientras esperabamos a que el vendedor terminara de atender a un cliente, charlamos mi mujer y yo. Sin duda alguna la BMW R 1250 GS es una moto formidable: potente, estable, un tiro en curvas y con una electrónica muy elaborada. Pero como bien dice el dicho “no hay moto mala sino compra equivocada”… y con la BMW nosotros nos equivocaríamos seguro. Así que si has llegado hasta aquí y la moto te gusta, no lo dudes: pruebala. Como a miles de felices usuarios, es muy posible que te encante, porque muy buena moto es. Pero no es para nosotros. 

M y ML







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