Hesketh Motorcycles, la marca que vino de la más alta aristocracia británica
La década de los setenta fue terrible para la industria motociclista del Reino Unido (y de las europeas en general). La llegada de las fábricas japonesas, con mejores sistemas de fabricación con los que realizar motos más baratas y mejor hechas, acabó inundando no sólo el mercado europeo, también el norteamericano. Ante ello marcas británicas como AJS, Norton, Triumph, Villiers, BSA y otras, no podían competir con sus viejas fábricas, sus diseños anticuados y una proyección poco cuidada (un ejemplo puede ser la nonata Norton 'Cosworth'), por lo que fueron cayendo una a una. Pero, curiosamente, en los ochenta surgió una nueva marca, que combinaba el glamour de la aristocracia británica, la Fórmula 1 automovilística y un cúmulo de nuevas ideas... y otras no tanto. Me refiero a Hesketh Motorcycles:
Con las instalaciones del equipo en los antiguos establos de su majestuosa finca en Easton Neston y conocimientos mecánicos ya amortizados, en 1980 lord Hesketh decidió abandonar la competición automovilística y dar paso a su segundo sueño: crear una marca de motocicletas de calidad y 100% británica... aunque ni tenía experiencia en ello ¡ni siquiera carnet de conducir motos!. En Easton Neston desarrollaron los prototipos según ellos inspirada en las Vincent, aunque tenía mucho más aspecto de Ducati 860 GT que de la famosa moto inglesa. Lo que sí estaba claro es que Hesketh no se iba a fijar en las caducas fábricas británicas que estaban en franca decadencia o ya habían desaparecido, sino en métodos más modernos, donde se encargaba la mayoría de material a proveedores externos, además de utilizar mejor tecnología.
El proyecto: Una moto distinta... para el Reino Unido
Comencemos hablando del propulsor. El diseño corrió a cargo de Ron Valentine y los cinco primeros prototipos fueron creados por Weslake Research and Development, empresa encargada de diseñar, evolucionar y preparar motores de automóvil (entre ellos los Jaguar V12 y Brabham V12 de F-1, o los aeronáuticos Rolls-Royce Merlin) además de crear propulsores para carreras de Speedway moto. Hesketh los conocía de su etapa de carreras automovilísticas.
La idea de Valentine era recrear en bicilíndrico el buen rendimiento de los motores Cosworth DFV V8 que años atrás también había inspirado la Norton P86, pero en V-2 en vez de dos-en-linea y orientada directamente a uso en carretera. Tanto es así que los pistones de los prototipos eran los del DFV. El resultado fue V-2 a 90º de 992 cc (95x70 mm), refrigerado por aire y que, por primera vez en la industria británica de motocicletas, equipaba dos árboles de leva en cabeza y cuatro válvulas por cilindro. Además, la caja de cambios de cinco velocidades iba integrada en el cárter motor, por lo que el propulsor en sí realmente era más avanzado que los vetustos twin y triples de Norton, BSA o Triumph, pero comparado con la producción japonesa no aportaba nada especial. El encendido y motor de arranque, como no podía ser de otra forma en una moto británica, corría a cargo de Lucas. Los carburadores eran foráneos, unos Dell’Orto italianos de 36 mmø. Se anunciaban 82 cv a apenas 6.800 rpm y un par máximo de 105 Nm a 5.400 rpm.
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Hesketh V-1000 prototipo pre-serie |
El resultado: La Hesketh V1000
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Presentación de la Hesketh V1000 en abril de 1980: carpa circense, banda de cornetas, mujeres bellas, mucho champán y, como 'padrino' ¡el gran Mike Hailwood! |
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Lord Alexander Fermor-Hesketh posa con la V1000 en Easton Neston, su por entonces casa de campo cerca de Towcester, Northamptonshire, Inglaterra, y base de operaciones de Hesketh Motorcycles |
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