06 marzo, 2021

Metisse-Royal Enfield 650 Cotswolds por Oberdan Bezzi: clasicismo británico bien entendido


Rickman-Bultaco 250 Metisse de 1964
Los hermanos Don y Derek Rickman fueron unos pilotos británicos de motocross que a finales de los sesenta decidieron fabricar sus propias motos para la especialidad, debido a la poca especialización que había en su país. Utilizaron los motores que consideraban mas competitivos sin importarles su procedencia, de ahí el nombre de sus modelos: Metisse (mestizo en francés). Primero utilizaron propulsores británicos de BSA, Triumph o Matchless, pero con buena visión comercial comenzaron a mirar hacia los motores de dos tiempos, mucho más competitivos, contactando con Zundapp, Bultaco y posteriormente Montesa. Con ello ganaron una merecida fama de dominar el tubo de acero Reynolds 531, creando chasis incluso para las Honda CR 750 de velocidad y resistencia.

Metisse Mk3 Steve McQueen Replica
Hoy en día, la marca Metisse continúa produciendo motocicletas. En su web podemos ver la serie Mk5, con un motor propio bicilíndrico de 997cc en versiones Café Racer y Street Scrambler; y además las Mk3, que imitan las motos todo-terreno que producían hace cincuenta años, equipadas con motores Triumph T6 de 650cc reacondicionados, además de suspensiones Cerani y Girling. Las Mk3 también las ofrecen en dos versiones, la Hammer y la Steve McQueen Replica, ésta en una breve tirada de 300 unidades certificadas.



Y es sobre la base de la Mk3 donde mi admirado Oberdan Bezzi vuelve a hacer su magia. En este caso propone la misma moto, con su chasis y basculante de tubo cromado, sus llantas 21/18", y sus clásicas fibras. Pero en otros componentes vuelve al Siglo XXI, con frenos de disco, suspensiones modernas en su interior y un motor que también tiene aspecto clásico y bello, pero actual: el Royal Enfield 650 twin de 48cv. Una moto que si la original está en 135 kg en seco, en esta versión se podría hablar de 160 kg con los llenos hechos. Y con ello tendríamos una trail fácil, ligera, sencilla, pero con la esencia de décadas pasadas en diseño y construcción, una moto con la que perderse a ritmo tranquilo por carreteras secundarias o caminos sencillos y luego poder admirarla con tranquilidad, disfrutando de sus décadas de historia. Señores de Metisse, no deberían dejar pasar la oportunidad...

Fuente: Motosketches





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