Algunas motos de los 80 y 90 que marcaron el rumbo.
4- Naked: tetracilíndricas de 400 a 750cc
Suzuki GSF 400 Bandit (1989)
A finales de los 80 los jóvenes japoneses estaban empezando a estar saturados de motos deportivas carenadas, aquellas bellísimas dos tiempos de 250 y tetracilíndricas 4T de 250 y 400cc con muchas R en su nombre, que disfrutaban en su país. Y ocurrió algo que ha sido pendular desde entonces: volvieron las motos sin carenado. Lo fácil fue a las hiperdeportivas quitarles el carenado, pero Suzuki arriesgó mas con un modelo de componentes muy modernos, pero que estéticamente reinterpretaba de forma particular lo visto una década antes: faro redondo delante, depósito alargado, chasis multitubular a la vista... Y triunfaron. Aquella GSF 400 Bandit llegó a Europa, incluida España, que cayó rendida ante su estética (sobre todo la versión roja) y su motor molinillo de 59 puntiagudos cv, capaz de llegar a 16.000rpm con sus minúsculos cuatro cilindros. Una moto bella, tanto que hoy en día sigue inspirando a muchos fabricantes (otros deberían hacerlo) y atrayendo muchas miradas.
Kawasaki ZR 750 Zephyr (1990)
Antes comentaba sobre la moda que se inició en Japón a finales de los 80 de "desnudar" las motos deportivas, por hartazgo de tanto carenado, por falta de dinero para arreglar caídas o, sencillamente, por volver a "la moto pura". En el país nipón surgieron varios estilos, pero uno de los que triunfó sobremanera fue el de las neo-vintage que abrió Kawasaki con su gama Zephyr. La 400 llegó a Europa como 550, pero un año antes, en 1990, la marca verde ofreció un modelo mas enfocado al viejo continente, mas clásico, y que fue una auténtica bomba entre una afición saturada de tanta tecnología, colorín y sopa de letras: la ZR 750 Zephyr.
La Zephyr 750 fue una "puesta al día" de la muy aclamada serie Z1 de los años setenta, en algunos puntos literalmente. El motor era aquel mismo Z750, con su refrigeración por aire y dos válvulas, pero muy revisado en su interior, carburadores, encendido, radiador de aceite o escapes 4-en-2. Rendía una potencia similar, 70cv. Su chasis era doble cuna de tubo de acero, pero el basculante -de aluminio y buen grosor-, amortiguadores -dos, pero con depósito separado y regulables- u horquilla -41mmø- eran actuales, lo mismo que los neumáticos de 17" y perfil bajo o los tres discos de freno, con los delanteros bastante potentes. Ahora, en lo que no innovaron nada fue en la estética, prácticamente trasladada de las antiguas Z a la Zephyr... un acierto absoluto. Abrió sin duda una moda de motos neo-vintage que Triumph acabó de consolidar con sus Bonneville 800 una década después.
También interesantes:
Aquí el enlace a Naked: tetracilíndricas de mas de 750cc
No hay comentarios:
Publicar un comentario