Somos nosotros, tú y tú y yo también los que debemos participar en ello: mucha higiene, mucho jabón en el cuerpo, y muy repetido en las manos. Procura tocarte lo menos posible la cara: ojos, nariz y boca son puertas de acceso. Restringe los contactos, saluda a distancia, sonríe, di cosas agradables y aceptemos que saludar así no es tan malo, para que en unas semanas podamos volver a nuestras muestras de cariño y educación tan mediterráneas. Procura evitar las aglomeraciones, los restaurantes, los cines, los pubs y discotecas. Mantén una distancia máxima en lo posible en el transporte público y en sitios donde se agrupe mucha gente si no puedes evitarlos, sé educado y no tosas sin taparte bien la boca (con el reverso del codo), no escupas, no grites ni cantes... con ello tu saliva se propaga, así como tienes posibilidades de que te entre la de otros. Limpia tus objetos de uso cotidiano, los pomos de puertas, la mesa de trabajo, el volante del coche... el móvil sin duda. Esto no es una invasión zombie, así que no hace falta arramblar con papel de baño o arroz, no hace falta. Y estate tranquilo, lo importante es que el contagio sea lo mas lento posible para que nuestros profesionales sanitarios puedan absorber la llegada de pacientes sin colapsos. Felicítate, tenemos una de las mejores asistencias sanitarias del mundo, así que solo moléstalos lo indispensable... y si puedes, unas palabras de ánimo les vendrá muy bien.
Vienen tiempos malos amigos. Se suspenden conciertos, colegios, fiestas y posiblemente la cosa irá a peor, incluso al confinamiento. Pero estemos tranquilos, si logramos entre todos ralentizar la propagación, saldremos de ésta. Pero tenemos que aportar lo que podemos, y eso es distancia, higiene y compromiso. QUEDATE EN CASA.
Mi admiración a los miembros de la Sanidad española. Sed fuertes, muchos lo vemos y apreciamos.
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