Lo bueno es cuando lo lees de letra de un reputado periodista de la moto de montaña, Rodolfo Martínez de EnduroPro. En su artículo, que destila una claridad meridiana, dice esto y mas, con una profesionalidad que seguro se lo hace ver a mas de uno. Te invito a leer... y si te gusta, que seguro que sí, sigas en su página para acabar el texto.
Miguel
Este es un error muy común que yo también cometí años atrás cuando empecé a hacer enduro con mi hermano con una Honda CRF 450 2008 matriculada, con la que corrimos varios años sin bajar de cilindrada, pensando siempre “y si se queda pequeña” “y si hacemos peores tiempos”, no podíamos estar más equivocados.
Cuando los niños empiezan lo hacen de forma progresiva con motos cada vez más grandes y potentes. Pero cuando empezamos en el mundo del enduro o del motocross de adultos casi siempre elegimos una moto de más cilindrada de la que deberíamos, incluso de una especialidad diferente a la que deberíamos.
Con esto me refiero a que si queremos empezar en el enduro con una experiencia cero fuera del asfalto, no solo no deberíamos comprarnos una 450 de enduro convencional, si no que, como mucho, deberíamos utilizar una 250 4T o una 450 muy dulcificada, como es el caso de la moto que probamos en el número 125 de Enduropro, la Honda CRF 450 L. Esta moto con tan solo 25 cv es capaz de darnos sensaciones de auténtico enduro; y que me gustaría ver a muchos exprimiendo esos 25 cv sin bajar el ritmo durante una manga de 30 minutos sin flaquear…
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