31 julio, 2019

Toma de contacto. 43 kms con la KTM 790 Adventure (con opinión personal)

Introducción: Aquellas trail "auténticas" de los 80...
A la KTM 790 Adventure, como buen amante de las motos trail "de verdad" (las que son válidas tanto por campo como por carretera) le he seguido la pista desde que se comentaba que iba a salir. Tened en cuenta que yo tuve la suerte de vivir el boom del trail de los 80, primero viendo a ingentes cantidades de motoristas extranjeros con sus monocilíndricas de depósitos grandes "a lo Dakar" ataviadas con maletas y bolsos, atravesando mi ciudad natal (Valencia) siguiendo la ruta "Europa-África", luego disfrutándolas. Estas trail "totales" llegaron a España, primero las "mono", luego las grandes twin encabezadas por BMW, luego Yamaha, Honda y Cagiva... las trail que a todo el mundo dejó convencido: motores capaces de viajar sin miedo, ruedas y suspensiones que no se asustaban con el campo, capacidad de carga, rapidez en curvas... Una época en la que aquellas trail dominaban el mundo-moto pese a las buenas asfálticas, tanto turismo como deportivas, que habían. 



El problema vino cuando aquellas trail bicilíndricas comenzaron a desviarse "a lo negro", el sitio donde iban a hacer la gran mayoría de sus kilómetros. Las suspensiones se recortaron y endurecieron, las ruedas empequeñecieron de diámetro y aumentaron en anchura, los motores ganaron cilindrada y potencia... el campo quedó en algo marginal, incluso en nada. Y así estuvimos años, "viviendo" de motos de segunda mano con quince, veinte años o más de antigüedad. Sólo KTM continuó con "la esencia", sus Adventure V2 seguían equipando llanta delantera de 21" y trasera de 18", sus suspensiones eran largas, su capacidad off-road seguía ahí. Luego Honda recogió el testigo y resucitó la Africa Twin con su 1000. Yamaha comenzó a enseñarnos la Teneré 700. Y KTM, sin dudarlo, no sólo siguió con sus grandes 1090 y 1290, es que diseñaron un motor twin paralelo de apenas 800cc con una compacidad y brío que lo hacía ideal para una trail ligera, capaz y con electrónica a la última: ésta Adventure 790 que acabo de probar.


Probando la KTM 790 Adventure
La verdad es que mi idea era simplemente verla, pues me pasaba por la cabeza si un tío de 1'88m y 115 kg como yo podía caber con comodidad en ella. También cuán confortable resultaba para el pasajero. En el foro Motostrail.com, donde participo, hay ¡tres! lineas sobre la Adventure 790: Adventure R"mejoras y preparaciones" y la "sin letra" que, con buen juicio, llaman "S", por lo que buenas referencias de ser una moto magnífica tengo; por no hablar de las decenas de vídeos y artículos escritos que la alaban. Así que acudí acompañado a Dubón Racing, distribuidor KTM en mi ciudad, a ver si encontraba contestación a mis dudas. Allí Roberto me atiende con amabilidad, invitándome a subirme a ella. Comparada con mi Honda Transalp 650 me encontré con una moto de un tamaño similar, sin ningún tipo de estrechez ni esquina donde atorarme. El manillar lo encuentro perfecto, ahí donde dejas caer las manos, ahí están los puños. Todo suave. La pantalla parece querer cubrir bastante. No hay contacto, pero el "tablet" parece grande (más que la Moto Guzzi V85 TT que también he probado) y bien puesto. Vamos, en parado la moto la encuentro perfecta... y parece ser que para los de talla normal es todavía mejor. "¿Qué, te animas a probarla?" Cómo decir que no...

En marcha las sensaciones son las esperadas: suspensiones cómodas pero firmes, frenos poderosos pero dosificables y un motor que ya hubiera querido yo para mi TDM 850 del 91. Eso sí, en el modo Road el tacto resulta demasiado directo, demasiado brusco si vas con pasajero. Sí, "picante", divertido sin duda, pero algo cansado si piensas en que el ocupante del asiento de atrás "también existe". Lo bueno, como ya probé en la Moto Guzzi V85 TT, es que tienes varios modos de conducción, así que una corta parada, posición Rain y ¡todo perfecto! Ahora sí tiene un tacto "como todos", mucho menos Ready to Race que es la esencia de KTM. Ahora, la verdad es que era una gozada incorporarse a una autovía en cuarta y darle... acelera mucho y muy bien, más de lo que podríamos esperar de un twin de 800cc, y más si te bajas de una BMW F 800 o incluso de una más calmada (que no menos potente) Honda Africa Twin 1000. Ya digo, un motor magnífico si quieres correr y que se deja amansar electrónicamente si lo deseas.

En cuanto a estabilidad, si conoces los pequeños inconvenientes de la llanta de 21" delantera y los recorridos largos de suspensión (200mm en ambos ejes) no vas a tener ningún problema. Las suspensiones WP no son tan completas como en la versión R (y mucho menos que en la versión Rally), pero sin duda son correctas, firmes rozando la dureza, pero sin brusquedades, absorbiendo bien y dando aplomo en curvas de radio amplio... que lleve amortiguador de dirección también ayuda, sin duda. Y lo mejor ¡es una bicicleta! Se nota muy, pero que muy ligera. No solamente lo es (declaran 190kg), es que pese a llevar el depósito de 20 litros prácticamente lleno, el que ese peso vaya tan bajo quedará feo... pero le da un tacto de "moto trail-enduro" fantástico. Encima la parte delantera gustará o no, pero subido a ella se aprecia una ligereza visual evidente. Por cierto, el "tablet" es muy completo, se ve muy bien y se maneja fácil, lo poquito que he tocado. En cuanto a protección aerodinámica yo soy grandote, así que se queda un poco justa, de alto y, curiosamente, también de ancho. Ahí gana mi Transalp 650 con pantalla y deflector Puig, pero vamos, nada que no se pueda solucionar echando mano de la industria auxiliar.

Pasemos al pasajero. De entrada hay espacio, bastante espacio, permite una "zona personal" que desde luego mi veterana Honda no tiene. Vamos, que en autovía muy bien. Eso sí, si conduces con el "tacto" que da el modo Road ese espacio hay que intentar reducirlo para evitar desplazamientos incómodos. Teniendo en cuenta que yo soy grande y me siento bastante atrás, hay que esforzarse un poco para lograr ese "contacto total" entre piloto y pasajero, algo que supongo con tiempo se logra memorizar. Ahora el inconveniente que sí notamos claramente está en el asiento, bastante duro. Yo también lo noté así al finalizar la prueba, pero desde atrás la queja llegó ya en el inicio. El tacto es recio, está claro que no se va a acabar hundiendo con el paso de las horas y no te acabarás sentando "en el plástico", pero quizás un poco menos de rigidez hubiera sido aconsejable. Sí, en el catálogo Power Parts de KTM hay uno calefactado y según ellos más cómodo pero ¿porqué no es así de serie? O por lo menos una opción de más cómodo sin calefacción y menos precio...es que son casi 550 euros a añadir a la tarifa. 



Concluyendo
Bueno, la prueba ha acabado, algo más de media hora, 43 kms. Un poco de vías rápidas plagadas de rotondas, un poco de casco urbano (emite bastante calor, la verdad, pero se soporta), un par de trozos de autovía (ráaaaaapida) y a Dubón Racing. Cuando voy a meterla en taller vuelve esa maravillosa sensación de moto fácil, muy fácil de llevar, ligera y manejable. Lástima de no haber podido hacer campo con ella, seguro que tiene que ir de vicio. Y eso es lo bueno, que es una moto que te puede servir en el día a día gracias a su comodidad, facilidad de conducción y diversión si lo necesitas. Que en carretera de curvas vas a gozarla sin duda. Que permite viajar a buen ritmo todo lo cargado que necesites. Y que en campo te vas a encontrar con una moto fácil, ágil para su categoría. Vamos, una "moto total" que, como mínimo, vale la pena probar. Si te atrae el concepto, si quieres una moto dual que te permita hacer realmente lo que quieras a un precio que se puede considerar correcto, no dudes en pensar en naranja... en naranja KTM 790 Adventure.


Miguel

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