Entremos en un tema supuestamente peliagudo ¿Es lógico un motor Diésel en una motocicleta?
El tiempo por ahora contesta categóricamente: NO.
Parte 2 de 3: DIÉSEL vs. GASOLINA
TRAIL. Kawasaki KLR 650 reconvertidas a diésel por HDT |
El gasolina hace una mezcla de aire y carburante que introduce en la cámara de combustión, comprime (no mucho) la mezcla y la bujía le da chispa para que arda.
El diésel sólo comprime (mucho) el aire y cuando está bien apretado –y caliente- se inyecta gas-oil que se inflama espontáneamente. Lo bueno del motor diésel es que como hay mucho más aire que combustible este arde y se aprovecha todo, y encima como todo estaba más comprimido, el poder de expansión es mayor… genera más par que el motor de gasolina. Pero el diésel tiene un problema: a partir de 4000 revoluciones por minuto se hacen más de 330 inyecciones por segundo… y llega un momento que físicamente ya no se puede más.
Así que produce mucho par motor, pero no sube mucho de vueltas y produce poca potencia.
CUSTOM. Neander fabrica este original bicilíndrico 1400 TDI con doble cigüeñal y biela, promocionada como "todo macho" |
Además del turbo, el motor diésel también ha recibido un montón de complicaciones mecánicas y electrónicas que han hecho que su potencia no deje de subir (hoy en día ¡duplica! la de hace veinte años) y con ello su precio de compra y, sobre todo, su coste de mantenimiento y reparación. Cosas como inyectores controlados electrónicamente, bombas de alta presión -200 y más bares-, turbos de geometría variable, caudalímetros… un montón de elementos que le permiten un rendimiento altísimo con un muy bajo consumo, a precio elevado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario