Aunque parezca una obra oficial, todo ha sido hecho de forma artesanal... y con mucho trabajo. El chasis, como entenderéis, ha tenido que ser muy modificado para, en el espacio del compacto motor 250 4T, 'embutir' un motor de calle con casi cuatro veces más cubicaje y dos cilindros. Además de modificar la zona de la pipa de dirección y ensanchar el basculante para introducir una llanta y neumático más anchos, ha habido que acoplar dos radiadores hechos a medida, reforzar y sobredimensionar los bujes, reenviar la palanca del cambio, reposicionar las estriberas (más anchas), crear en aluminio un depósito de gasolina (situado en el subchasis), una caja de admisión (en el lugar del depósito) y un más voluminoso cubre-cárter. También artesanales son los colectores hechos en titanio, que acaban en un silencioso Akrapovic, por no hablar de soportes, cableado eléctrico y un sin fin de detalles que le dan ese aspecto tan pro.
El resultado es este: 120 cv de potencia para 133 kg con 6'5 litros de gasolina... lo que pesaba mi Honda XR 600 con tres veces menos potencia. Y no es lo más bruto que Jan Žuži ha hecho para Erzberg, pues hace cuatro años adaptó una ¡KTM Duke 1290 de 180 cv! a la carrera. Sin duda, esta '890 SX-F' está mucho más equilibrada dentro de su exageración. Ahora, si eso no lo ves suficiente, que sepas que su piloto va a ser una leyenda checa, Jiří Heiník, de nada menos que ¡67 años! Eso sí es tener un par...
Jiří Heiník, a sus ¡67 años!, volverá a intentar terminar el rodeo |
Jan Žuži posa con su última -y gran- obra |
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