Esa es mi opinión, tan buena o mala como la de cualquiera. Pero lo que creo que nadie puede discutir es que las calles se han llenado de 'manejadores' de estos vehículos que, en contra del conductor, ese que estudió y se examinó para poder demostrar que tiene unos conocimientos mínimos en circulación, no tienen ni idea de las normas básicas... y aunque las tengan desde luego no piensan aceptarlas. Verlos sin casco, en direcciones contrarias, saltándose con desprecio los semáforos, sin iluminación, con auriculares, atendiendo el móvil, por las aceras y demás barbaridades, sabedores que no tienen nada que les identifique, es por desgracia lo normal que se puede ver todos los días. Y no soy el único en pensar así. Aquí la opinión de Alfonso Sánchez, de Solo Moto, sobre el tema. Como siempre en 'muy recomendable' yo pongo un breve inicio y si os gusta, pinchad en el enlace y os llevará al artículo completo de SM, donde podréis disfrutarlo.
MOROS Y CRISTIANOS
Miguel
En el complicado entorno de las grandes urbes se plantea un agravio comparativo de difícil solución.
La evolución de los usos y costumbres en la movilidad ha dado como resultado un hostil ecosistema plagado de especies muy diferentes y en constante conflicto.
Sin embargo, en ese entorno no todos juegan bajo las mismas reglas. Lo hay que se rigen por un código propio. Y eso genera desequilibrios.
Los llamados sistemas movilidad personal (bicicletas y patinetes) han tomado un protagonismo que ha cogido a todos por sorpresa. Patinetes por doquier, de todos tipos y tamaños con un único denominador común, cuentan con un motor eléctrico.
Y han llegado para sumarse a la legión de bicicletas que pululan por todos los rincones de nuestras calles, caminos, carreteras y pistas. Es una invasión en toda regla. Y digo invasión, no para demostrar algún tipo de animadversión....
No hay comentarios:
Publicar un comentario