61- Salir con amigos... lo mejor (II): los "cross-clásicos"
Salida de la primera carrera de cross-clásicas en la Comunidad Valenciana. Yátova, Valencia, 1998 |
La verdad es que la propuesta fue muy bien recibida, porque realmente hay ganas de hacer cosas juntos. Así que se planteó bien desde un primer momento: una ruta con mucha curva para disfrutar la salida (se puede ir más rápido y corto por autovía... pero somos moteros con gasolina en las venas ¿no? 😜), un buen bar, y luego acudir a la puerta del circuito donde hacernos unas fotos y continuar con la charla. El que no quisiera o pudiera acudir en moto, siempre podía hacerlo en coche, claro, la cosa era juntarnos y gozar de la compañía. El problema fue que había que cuadrar qué día era el mejor para un gran número de participantes, así que al final fue el sábado del puente del uno de mayo, y con ello perdíamos algunos miembros -que, la verdad, me hubiera gustado ver- porque tenían compromisos familiares.
Después de unos cuantas decenas de mensajes en el grupo de clásicos de whatsapp, me toca encargarme de la ruta... cosa que ni será la primera ni la última (y que me encanta, lo reconozco). Como siempre en mis propuestas, punto de reunión en una gasolinera con bar para que todos salgamos con depósitos llenos y calderines vacíos. Mari Luz y yo (Montesa TA 648'07) dimos ejemplo llegando diez minutos antes de las ocho y media, llenamos el depósito y, antes de haber pagado, la "colección de Hondas" comenzaba porque ya estaba Luis con su Africa Twin 650'88 en el surtidor, y ManoloMk10 (VFR 750'85) al momento. Rebolledo y Carmen llegaban con su Transalp 650'01 acompañados de Ramón (CBF 500'04). La primera "no Honda" era la pequeña pero guerrera Suzuki Intruder 250LC'08 de mi amigo Juan y Fina. Davitín traía la más grande del grupo, su BMW R 1200 GS'04. Voro vino con su incombustible Yamaha Fazer FZS 600'02. Menos mal que hubo una moto moderna: el último modelo de Yamaha T-Max 530 pilotada por Mielgo.
Mari Luz, toda una motera... 😍 |
Pese a los dos contratiempos que llevábamos, llegamos a las diez y media al bar Levante, en Yátova. Ahí mesa reservada, buscar acomodo y a pedir. ¡Que bocadillos! La verdad es que el servicio fue rápido, la comida buena, la cerveza fría, los carajillos calientes y encima el precio estupendo. Cómo se nota que algunos de los "clásicos" son del pueblo... Ahí pudimos ver por unos minutos a Melchor, que tenía que atender otros menesteres pero no dudó en pasar un momento. La lástima fue no ver a Secun, que llegó más tarde.
Acabado el ágape, al circuito a hacernos unas fotos y seguir con la charla. Lo curioso es que el viernes por la tarde me llovió, y bien, camino a casa de ML, incluso el sábado amaneció nublado, pero en la entrada del circuito el sol pegaba y bien. Ahí unas fotos (algunas muy divertidas), contar alguna batallita... y otra vez al Levante, que se estaba mejor a la sombra con algo fresco que beber.
Mielgo (a la izquierda) cumplió uno de sus sueños: subir a su hijo al podium ¡felicidades! |
La verdad, ha sido un auténtico placer salir con mis amigos de las clásicas. Con Manolo montaña sí, pero no salíamos juntos por carretera desde.... ufff, sería en el 2000 o 2001. Con David también salí varias veces por montaña, pero creo que de asfalto poco. Con Luis apenas ir de un bar a otro por la ciudad después de la cena (con cambio de moto incluido por la ronda... ¿recuerdas?). Ramón y Mielgo lo mismo, la primera vez. Con Rebo y Carmen ya quedamos cuando Cullera en enero, pero no tenían la Transalp. Esa fue la última también con Voro... sin contar unos cuantos centenares desde 1990. Y con Juan tengo la gran alegría de después de conocernos veinte años sin coincidir en la carretera, en apenas uno ya he salido tres veces con ésta.
Pero eso la salida. Si hablo del grupo en sí, y de la gente que he conocido en "las clásicas"... pues sólo puedo agradecer aquel día de verano que estando en el chalet de los suegros de Voro, éste me dijo "hay una carrera de cross y un amigo corre... ¿vamos?". Allí me enamoré del ambiente, de aquellas motos que entonces realmente no eran tan clásicas (apenas veinte años) y, sobre todo, de su gente: Manolo, Juan Arroyossa, Rebolledo, David y Toni, Paco, Luis, Secun, el peludo, los Dalton de Gandía, Juan Real, nuestro lloradísimo Llimoner... decenas de hombres buenos, capaces sin pensarlo de ayudar en lo que necesitaras; de hacer aparecer varios juegos de desmontables si alguien murmuraba "he pinchado"; capaces de dejar amortiguadores, carburadores o incluso pistones al que luego le va a ganar en carrera; de coger el carro y llevarte y traerte sin pedir más que una cerveza; de compartir sus conocimientos por el gusto de hacerlo; creadores del "ni te lo doy ni te lo vendo, te lo dejo". Gente sana, divertida, desinteresada y dispuesta. La verdad, es un honor que me consideren del grupo: gracias de corazón amigos. Pulgar en alto siempre.
Albaida, año 2000, debutando en competición. Algo que jamás hubiera podido hacer sin la desinteresada ayuda de muchos de mis grandes amigos de las clásicas |
Tomas falsas... muy falsas 😄😄😄
Este relato está dedicado a Juan Carlos, "el llimoner". Ráfagas al Cielo, amigo.
"A de plata" sigue aquí:
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