De mi admirado Obiboi, del que podéis ver sus obras en Motosketches, poco puedo contar que no se resuma en más de ciento sesenta referencias que he escrito sobre él. Me encantan la mayoría de diseños que hace, sobre todo los que mezclan la moto moderna con estilos de imagen o concepto del siglo pasado. Así que ante la propuesta, la obra que realizó fue esta:
Gessi Corse: la realización
Una vez claros los aspectos a crear, llegó la mano de Gessi Corse, sitos en Pésaro, Italia. Empezaron eliminando lo superfluo y quedándose de la BMW R 1200 Nine-T Urban GS usada como base con apenas motor, chasis y electrónica. Así que el motor sigue siendo un bóxer refrigerado por aire de 1.170 cc, 81 kW/110 CV a 7.750 rpm y par máximo de 116 Nm a 6.000 rpm, con apenas un filtro de aire Guglatech, un colector de escape artesanal y un remapeado de la ECU para ajustarlo todo.
En la parte ciclo vemos interesantes cambios. La horquilla delantera es una WP invertida, con ajustes específicos de muelle e hidráulico. Las mismas modificaciones podemos ver en el amortiguador trasero, en este caso un Ölhins. La llanta delantera es distinta para adoptar neumáticos off-road. Debido a la altura que se ganaba, hubo que recortar las suspensiones tres centímetros para adaptarlas a la envergadura del propietario.
Estética: acertada artesanía
Pero si esta base dinámica ya era buena, llegaba el momento que en Gessi Corse se pusieran en lo que dominan: el trabajo artesano. De entrada sorprende la buena arquitectura del depósito realizado en aluminio, que además tiene insertos de fibra de carbono para sus soportes. Otras piezas de la carrocería, como portanúmeros y portamatrículas, fueron realizados en kevlar. En aluminio se fabricó el soporte de los faros Hella tipo Baja, un par de redondos y grandes focos led; además del cubre-cárter o el original portaequipajes trasero, que es reversible para que se pueda utilizar como asiento para un ocasional pasajero. Luego vino el crear distintas piezas más y ajustar otras, como la pantalla DIY (¿a que el frontal tiene un aire a la Moto Guzzi V85 TT?), el manillar de enduro modificado, adaptar paramanos, elevar la posición del freno... cientos de pequeños detalles.
Por último, pero sin duda no menos importante, llegó el tema de la pintura. El motor, cambio y transmisión van en negro satinado, aunque las culatas van en aluminio. Tanto el chasis, subchasis, parrilla portabultos y el soporte de los faros se cubrieron con pintura azul al polvo. El depósito, pintado en blanco brillante, luce la librea de competición de BMW Motorrad... que le queda genial. El asiento es de bella factura, todo fabricado de manera artesanal desde la base en carbono, el ajuste del mullido y, sobre todo, en el trabajado tapizado.
En definitiva, una preparación que sorprende porque, al final, no es tan 'off-road' como aparenta, sino que tiene un toque mucho más dual, con posibilidades de viajar, tanto solo como con pasajero, en cualquier tipo de terreno y condición. Una moto que, personalmente me parece bellísima y, a la vez, funcional y lógica dentro de su radicalidad. Señores de BMW, mírenla bien y saquen ideas...
Fuente: Motosketches, soymotero.net
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