Royal Enfield Gurkha 400 por Oberdan Bezzi: misma robustez, imagen mejorada para la Himalayan

La sencilla, económica y fácil Royal Enfield Himalayan 410 sigue poco a poco conquistando más corazones. Su imagen agradable, su bajo precio de compra y mantenimiento, y una robustez que poco a poco se va demostrando (siempre que no quieras pedirle prestaciones de enduro pro) va ganando adeptos. Unos que buscaban una trail "de verdad", sin modernidades ni grandes prestaciones; otros que buscaban una compañera simple para el día a día; y otros que gustaban de su estética, han caído en el encanto de la simpática monocilíndrica india.

Yo, la verdad, es que sólo le he visto, desde el principio, dos problemas. El primero es la poca potencia del motor (apenas 25cv) debido a su concepción muy muy clásica de carrera larga (78x86mm) y dos válvulas por cilindro, que hace que sus prestaciones por asfalto queden justas en cuanto la carretera se abre un poco. El otro, y repito que es mi opinión, es su desgarbada estética. A unos toques clásicos como el depósito, el faro redondo o los relojes, se une esa extraña araña exterior al que se ancla el frontal, incluida pantalla. También el poner dos guardabarros delante o las extrañas formas de los asientos en claramente dos alturas; le dan un aspecto que no acaba de ser fluido. Funcional sí, sin duda, el asiento está bajo (aunque poco accesible por la elevada parrilla y silleta posterior) y la pantalla protege pero ¿se podría mejorar? Yo siempre he pensado que sí, y que no es difícil. Acercarla al trail clásico de los setenta sería muy fácil, como se ha demostrado en algunas preparaciones (ver por ejemplo la Royal Rally 400 de Fuel, Himalayan EXC 410 de MRCE o la Interceptor 650 de Malle London). 

Royal Enfield Gurkha 400 por Oberdan Bezzi

Pues con esta idea sobre la Himalayan no sólo estoy yo, también mi admirado Oberdan Bezzi. Y lo demuestra con unos pocos cambios mecánicos, apenas una horquilla invertida delante, un subchasis recto en su parte final, que permitiría un asiento plano de dos plazas mucho mas logrado, y un silencioso en una posición más todoterrenera, elevada y paralela al conjunto asiento-depósito.

Luego, claro, estaría una estética totalmente distinta, muy inspirada en las trail de los setenta: depósito alargado tipo lágrima; guardabarros delantero elevado y normal; faro redondo anclado al manillar; asiento corrido de una pieza; grupo óptico trasero elevado y de aspecto clásico (como el que llevaba mi Honda XR 600). Puestos a pedir, le hubiera puesto al dibujo unos neumáticos menos enduro y, sobre todo, unos discos normales, los lobulados no le quedan nada. Lo bueno es que apenas encarecería el precio final (la horquilla siempre podría acabar siendo convencional) porque la gran mayoría de componentes son los mismos. Y creo que todos estaremos de acuerdo: con esta estética se vendería más, mucho más gracias a esa imagen clásica y armónica. Y los prácticos tampoco podrán encontrar pegas: ¿la pantalla quizás? Bien, mercado auxiliar y listo. 

La verdad, Royal Enfield debería atreverse a lanzar algo similar a esta Gurkha 400. Igual de sencilla, igual de económica, pero mucho más atractiva. Otro acierto de Oberdan Bezzi.

Fuente: Motosketches