Un siglo XXI sin grandes sport monocilíndricas
Parte 2 de 3: El último “Gran Mono”
Iniciado el nuevo siglo, solo tres marcas se han atrevido con monocilíndricas de alta capacidad y prestaciones para calle, que no fueran SuperMotard: BMW con su Scarver, Yamaha con su MT-03 y, sobre todo, KTM y sus Duke.
KTM Duke II 640 (1995). La primera de ellas era poco más que una SuperMotard sin guardabarros alto: motor de arranque a palanca, suspensiones largas y, en las primeras versiones, neumáticos mixtos. Pero marcó el camino a seguir por los austriacos.
KTM Duke II 640 (2001). Con la serie II, KTM ya incorporaba la última evolución de su inicial motor LC-4, largamente evolucionado (y victorioso) en los Rallys. Además, se desmarcaba estéticamente de las S-M con sus llantas de aleación y sus bellos silenciosos en el colín.
Pero el mundo de la competición ha vuelto a poner otra zancadilla a los grandes monos. El intento de unificación a “todo 450cc” hace que los últimos reductos de la alta cilindrada, Raids y SuperMoto S2, estén condenados a desaparecer… y con ello, sitios donde puedan evolucionar estos motores. Solo las grandes bicilíndricas de calle podrían representar la solución…
Termina aquí:
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