60- Montesa 648 evolution (2): Suspensiones RCX by Vicente "Carxata"
Magnífica compañía: Juan G. y Vicente Mauri. A repetir |
Como comenté en el envío anterior de Montesa 648 evolution, con los kilómetros que tenía de marcador y con el jamelgo que debía cargar (cuando escribo esto estoy en unos exagerados 117kg 😬😬😬), las suspensiones se le suponían justas. La verdad es que cuando iniciabas la marcha la dirección tenía un comportamiento ligéramente errático; haciendo curvas con Mari Luz no me notaba tan fino como cuando probamos la Transalp de Mauri (gracias de nuevo Vicente); y cuando salí con éste y Juan a almorzar el puerto de montaña que hice sin pasajera me quedó claro que no, que fallaba algo. En frenadas no tenía confianza, en las rotondas entre mi casa y la ciudad no me encontraba cómodo, me sentía como si rodara con el suelo mojado... "Hasta que no le cambies el aceite a la horquilla no estarás a gusto con ella" sentenció el sabio Juan después de haber intercambiado manillares con Mauri por unos kms. Sí, había que ponerla a punto.
Claro, tenía dos opciones, o ir al taller más cercano a que le cambiaran el aceite a la horquilla, prácticamente seguro que sin limpieza interior (quitar tornillo, vaciar, añadir... y listo); o que un especialista le diera un buen repaso. Y claro, conociendo a uno de los mejores de Valencia -si no el mejor- pues estaba claro: una llamada telefónica y el bueno de Vicente "Carxata" me da hora.
Vicente, a los que nos habéis leído desde el principio, os sonará y con razón: él fue uno de los que participó en la creación de Voromv, con el sobrenombre de Paxau. Enamorado del Super-motard, del motocross y de la moto de competición en general, por problemas en el trabajo -o mejor dicho la falta de él- se dedicó a prestar apoyo a equipos de competición tanto en asfalto "puro" como "mixto" y montaña. De ahí unos buenos cursos de mecánica, sobre todo en puesta a punto de suspensiones... y de ahí un "salto al vacío sin red": se arriesgó a formar su propia empresa de preparación y mantenimiento de amortiguadores y horquillas, RCX Suspensions. La verdad, verlo con qué facilidad desmonta las suspensiones, sin tensión, sin prisas pero sin parar, con la experiencia que dan los años, es una gozada.
Vicente, a los que nos habéis leído desde el principio, os sonará y con razón: él fue uno de los que participó en la creación de Voromv, con el sobrenombre de Paxau. Enamorado del Super-motard, del motocross y de la moto de competición en general, por problemas en el trabajo -o mejor dicho la falta de él- se dedicó a prestar apoyo a equipos de competición tanto en asfalto "puro" como "mixto" y montaña. De ahí unos buenos cursos de mecánica, sobre todo en puesta a punto de suspensiones... y de ahí un "salto al vacío sin red": se arriesgó a formar su propia empresa de preparación y mantenimiento de amortiguadores y horquillas, RCX Suspensions. La verdad, verlo con qué facilidad desmonta las suspensiones, sin tensión, sin prisas pero sin parar, con la experiencia que dan los años, es una gozada.
Curiosamente lo primero fue cambiar el amortiguador. Pensaba que sería más difícil por la "fontanería" que tiene la Transalp (estoy mal acostumbrado a la XR y la Big, motos muy simples). Caballete, unas alzas y quitando asiento, tapas laterales y batería con su soporte ahí que le metemos mano. En un momento su experiencia se nota y sale sin problemas. El instalar el nuevo YSS tampoco resulta complejo... bien. Me subo y se nota MUY blanda, así que le da una vuelta y mucho de muelle: ahora la noto alta pero no dura. Por ahora se queda así, con el hidráulico a 17 "clicks" de 37 disponibles, a mitad.
Fijaos en el vaso con aceite viejo... negro negro |
¿Se nota? Sí, y mucho. De entrada el muelle trasero deja el "culo" más alto y se hunde un poco menos cuando subo. Aun así he de reconocer que en cuestión de agilidad no ha habido apenas novedad, quizás un pelo más fácil el inclinarla o levantarla, pero sin atisbo ninguno de nerviosismo en la dirección. Me parece que las Transalp van muy abiertas de dirección, y su "dureza" la suple con un ancho manillar. Por ese lado bien.
Atrás... pues como los buenos árbitros, no se da a notar. Le subí tres "clicks" al hidráulico para que controlara mejor lo que creo que es un pelo de exceso de precarga de muelle. La verdad es que ni se descompone en baches pequeños ni "salta la rueda" al bloquear adrede el freno trasero (dos métodos para comprobar si vas pasado de precarga), pero un poco más de freno hidráulico ha dado más tranquilidad a la zona trasera. Solo bien, con Mari Luz casi ni me entero que la llevo, y con Rubén más aplomada y segura en rectas. Ahora, ese caballete central que llevo y que no es para este modelo nos dio un susto al salir fuerte de una rotonda... eso sí, ese golpe seco "haciendo el bruto" entra dentro de lo normal, no aquella vez que rozó en una vía de acceso a una autovía que tomamos a ritmo... diez metros largos de rascar con el corazón encogido, sin poder hacer otra cosa que seguir inclinado hasta salir de la curva.
Resumiendo: si tienes algo de dinero para invertir en tu moto después de haberlo hecho en lo esencial (buenos neumáticos, frenos a punto, transmisión, carburación si es antigua) olvida el gastarlo en escapes, en intermitentes pequeños o en unos retrovisores más bonitos... invierte en suspensiones. Inviertes en diversión, en rapidez, en seguridad... en vida. Neumáticos, frenos y suspensiones SIEMPRE a punto. Y los adhesivos, chucherías y silenciosos que sólo sirven para ganar ruido... eso si eso pa' luego.
"A de plata" sigue aquí:
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