Buell RR 1000 Battletwin de 1985 con motor H-D |
Buell 1190 RX de 2014, con motor Rotax Helicon V-2 |
Lo primero que vemos distinto con respecto a las motocicletas eléctricas que se venden actualmente, es que el motor -de diseño propio- está situado en el cubo de la rueda trasera, como en muchos scooters. Ello permite que las baterías tengan un buen tamaño y estén situadas bajas, con la parte superior (el falso depósito) haciendo de portacascos. El problema que le veo es que retrasa mucho el centro de gravedad y, casi peor, aumenta considerablemente el peso no suspendido en el tren trasero. Pero es que como os comentaba ya en el título, la moto no busca ser de prestaciones extraordinarias, mas bien al contrario, buscan al motorista A2 (35kW -48cv- y una velocidad limitada a 140 km/h -88 m/h-) y al A1 y B (habrá una versión limitada a 11kW). Eso sí, como buen motor eléctrico el par es considerable, ¡750 Nm! (una Ducati Multistrada 1260, que no se puede decir que esté floja de pegada, está en "sólo" 130 Nm). Con ello prometen una aceleración de 0-100 en sólo 2'7 segundos... también a nivel de grandes
twin trail.
Vayamos al tema mollar en una moto eléctrica: autonomía y tiempo de carga. El conjunto de baterías de Ion-Litio y 400 V, cargan 10 kWh. Quizás poco, pero es que así dan unos muy contenidos 180 kg a la moto (aunque no indican si es en orden de marcha... vamos, con líquidos, que alguno lleva). Las baterías se pueden cargar con el sistema integrado en la moto de 6'6 kW, con el que prometen una carga de 0 a completa de 1'5 horas en un enchufe "potente" y en 10 horas en uno convencional de casa. La autonomía declarada es, únicamente en uso urbano, de 240 kms. Vamos, los justos 120 kms en carretera de todas.
En cuanto a parte ciclo, el chasis es una estructura monocasco de magnesio (Monostruct Tech) que integra las baterías. Como he comentado antes el motor en la rueda trasera permite disponer de un hueco superior de 50 litros, válido para un casco integral e iluminado. Delante lleva una horquilla invertida de 40mmø y atrás un basculante monobrazo con un amortiguador que lo ataca directamente, sin bieletas. Sólo ponen que sea regulable la precarga de muelle atrás. Los neumáticos son de medidas lógicas: 110/70-17 y 140/70-17. Los frenos llevan el obligatorio ABS y curiosamente atrás no lleva disco: es el propio motor eléctrico el que hace de freno y así carga batería. El motor equipa un sencillo selector de potencia con dos modos: Urban y Audacious, además de un control de tracción. Lleva llave de aproximación a través de una App en el móvil, con la que también interactuar con la moto a través de su pantalla TFT. Dicen que llevará sensores anticolisión delante y detrás, además de aviso de vehículo en ángulo muerto.
Otra apuesta más por la movilidad eléctrica... pero que sus números no me dicen que solucionen los problemas típicos de este tipo de motos. Siguen siendo cortas de autonomía y lentas de recarga, por no hablar del precio, 12.000 dólares USA. Sí, la electricidad es más barata y el mantenimiento mucho menor pero... apenas podrás hacer un centenar de kilómetros de carretera antes de comenzar a preocuparte de la carga. Dicen que es el futuro y yo no soy quien para afirmar lo contrario, pero el presente... no lo veo.
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