01 marzo, 2012

Voromv Moto. LAS MUCHAS CARAS DEL TRAIL. 7- Los 90: Los monocilíndricos se reinventan


7- Los 90: Los monocilíndricos se reinventan
Al acercarnos a los 90 iba quedando claro que el comprador quería que sus Réplica-Dakar fueran bicilíndricas. Daba igual si la moto no tenía pedigree de competición (como, por ejemplo, la Yamaha SuperTenere... que salió años antes de participar con un prototipo basado en ese motor), estas motos estaban enfocadas a viajar a larga distancia, con altas velocidades de crucero, y luego debían comportarse con dignidad en campo. ¿Entonces qué hacemos con los monocilíndricos?


1988. La Trail que todos soñaban: Honda NX 650 Dominator
El primer disparo, y el más afortunado con diferencia, fue la Honda NX 650, la Dominator. Con la TransAlp 600 y la Africa Twin 650 cubriendo las bicilíndricas, la NX pudo abrir otra puerta, buscando (otra vez) la moto total: Un moderno monocilíndrico de 644cc, cuatro válvulas de disposición radial y arranque eléctrico (algo que le faltaba a las XT y DR), incluido en un chasis de tubo rectangular equipado con suspensiones algo más cortas de lo habitual, pero de calidad. Los frenos estaban a la altura del conjunto. Y lo mejor era un diseño fantástico, monocolor, con medio carenado pequeño y estrecho, guardabarros bajo... vamos, una curiosa mezcla de Enduro con moto de carretera. Con ello se apartaban absolutamente de cualquier cosa vista antes: no era una Trail campera, ni una turística, ni una dakariana. La moto valía para la ciudad, para curvear, para hacer pistas... para todo. Un éxito que apenas dejó migas para los que inútilmente intentaron copiarla, como la Suzuki DR 650 RS, Gilera RC 600 o las Kawasaki KLR y Tengai 650.


1988. La Repli-Dakar más pura: Suzuki DR 750 BIG
Otros intentaron continuar la vena desértica, pero con resultados discretos. La Suzuki Big 750 y 800 intentó combinar unas prestaciones mejores en las singles con una imagen muy Dakar. Pero se quedaba a medias... vaso medio vacío. Yamaha y su Tenere 660 buscaron algo intermedio, una Trail con tendencias africanas, pero sin aspecto demasiado réplica.


1990. El intento de retornar al Trail original: Yamaha XT 600 E

La otra opción, tirar al Enduro, tampoco brilló demasiado. La Yamaha XT 600 E era muy descafeinada comparada con la anterior sin arranque eléctrico. Suzuki no acababa de encontrar la senda del éxito que tuvo con la Djebel 600, y su DR 650 RE no llamaba la atención. La Kawasaki KLX 650 (sin letrita al final) estaba basada en la R de Enduro, pero estamos en lo mismo... la gente ya no quería ir de "crossero" por la calle. Ya no querían guardabarros elevados, portanúmeros y asientos altos.

1993. El Trail más campero: Kawasaki KLX 650


1994. La nueva vía para los mono tiende al asfalto: BMW F 650 Funduro
Al final, la solución vino de Europa. Con base Aprilia Pegaso 650, se presenta la BMW F 650 "Funduro", una moto que con sus suspensiones y asiento bajo, sus ruedas más asfálticas (llanta delantera de 19"), su amplio carenado y, ante todo, su moderno motor Rotax con culata desarrollada por los alemanes que le permitía llegar a los 50cv con una comodidad no vista antes. De repente, el resto de monocilíndricos se volvieron lentos, ruidosos y vibrantes, con chasis, suspensiones y ruedas demasiado camperas. Una moto que buscaba ser fácil de conducir, perfecta para entrar en el mundo de las medias cilindradas... y de la marca bávara. Fue un éxito total, que luego se vio totalmente respaldado por la F 650 GS, ya enteramente hecha en BMW. Supieron desdoblarla en tres versiones (la GS era la Trail asfalto, la Dakar la campera y la Scarver la asfáltica total) y evolucionarla hasta nuestros días. Apenas se le acercó la Suzuki Freewind 650 y la Pegaso 3... la gente tenía muy claro que querían "alemán".








Nota del autor: este artículo fue modificado en julio de 2021 con respecto al original de 2012, buscando un mejor posicionamiento del texto y mejorar algunas fotos.

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